August 15, 2003

DESAMOR, CURIOSIDAD, MARTINI Y DUDAS

Deep in the dark your kiss will thrill me
Twilight Time, The Platters


De verdad que yo quería releer La muerte es un asunto solitario y de paso, todo Bradbury. Me lo llevé a la recepción y no hubo manera: el cuerpo me pedía historias más vitales, más conectadas con una realidad inmediata que si no supera la ficción, por lo menos imita alguna que otra serie de TV bastante bien. Y no, no me he comprado una linterna y me he arrejuntado con un pelirrojo escéptico de insospechado atractivo que ande socavando los cimientos de mi infinita credulidad, mientras decide si esperar siete años para besarme. Me gustaría, pero seguramente los hados me dirían que no son el Banco de España.

Después de un par de años de ni mirarla, volvimos a la Etxe, a esa primera novela cuyo título parafrasea este post y que encargué al Círculo de Masones Bibliófilos un poco a lo tonto, por contar una historia de hermanas: ningún otro libro de los suyos ha conseguido hacerme tanta gracia como para comprármelo. Si poseo éste es porque considero que es el más auténtico que tiene, si bien sé que no es ninguna maravilla.

Hay algunas cosillas que no me gustan en él, pero son las menos: el capítulo del autobús llenito de estereotipos machistas sigue pareciéndome muy exagerado; y me parece estúpido el hecho de que las protagonistas se crean que pueden hablar a gritos de sus aventuras sexuales de esa forma tan vulgar sin que pase nada. Eso se habla en un café por lo bajini, entre risitas tontas. :P

A veces resulta muy evidente cómo ha escrito tal o cual capítulo, y te asalta ese típico pensamiento de "Pues yo también podría hacerme unos esquemas y escribir una novelita como ésta", cosa que no ocurre con Nabokov o con Almudena Grandes, que pilla más cerca sin tener que salvar tanto las distancias. En alguna ocasión pretende ser poética y resulta hilarante, cómo cuando describe el orgasmo de la hermana más descocada, Cristina, en su primer encuentro con ese ser mítico llamado Iain, que de tan idealizado va más allá de la versión moderna del noble escocés enigmático, atormentado e increíblemente sensual, para convertirse en Inmortal y del clan McCloud...este personaje en plan Él vino en un barco/ de nombre extranjero se repite en otros libros suyos, así que intuyo que estará basado en guiris reales.

Sin embargo, hay otras cosas que me gustan, como la historia del padre que huyó, la historia personal de Rosa -mi hermana favorita- o algunas comparaciones bastante logradas como las que hace Ana, la hermana maruja empastillada, cuando cuenta lo que pasó cuando habló con una Cristina ensangrentada por los cortes que se había infligido ella misma en el baño: siempre me ha gustado ese detalle de referirse a Blancanieves y comparar el brillo de sus ojos con cristal de Bohemia. Eso en cuánto a pequeños detalles.

Luego tenemos mis capítulos preferidos, que incluso apunté en alguno de mis cuadernos cuando lo leí en la biblioteca -no suelo comprar libros a ciegas, si me es posible, procuro leerlos antes-, el vengativo y maravilloso C de Curro, en el que Lucía se despacha a gusto contra las multinacionales y las desastrosas condiciones de trabajo de los que han estudiado una carrera para nada, o los hermosos Q de querer, queja y quiebra, que tanto me conmovió cuando aún tenía fe en el amor y esas tonterías :P y W de Whisky, del que citaré el fragmento que más me gustó:

"(...)Y soñó con un ángel de enormes alas blancas que paseaba lenta, lentamente, arrastrando los pies desnudos sobre la hierba verde y fresca del cementerio, reflejando el mármol frío de las lápidas en sus ojos vencidos."

Años después, supe que este capítulo podía haber sido plagiado en parte de la introducción de no se qué libro sobre Joy Division...no sé qué crédito darle a esa información, pero después del asunto de los poemas -malísimos, por cierto- , no me extrañaría descubrir que se lo ha escrito Ray Loriga.

Y llegamos a la música, que es lo que más me impactó del libro: hace las canciones tan apetecibles que te crees que van a ser míticas, que van a ser tan importantes para ti como para los personajes. En mi caso, sufrí una pequeña decepción al comprobar que tanto The fatal hour , de Henry Purcell como Love will tear us apart , de Joy Division me dejaban fría. Así y todo, creo que la Etxe podría ser una buena periodista musical, sus descripciones y elogios resultan bastante más claros que el cripticismo y el esnobismo de publicaciones como Rock de Lux.

Eso sí, jamás le perdonaré esa crítica a los Beatles tan a la ligera, aunque la haga el personaje de Cristina. Eso de ni Stones ni Beatles, sino Kinks era para hacerse la chulita, que lo reconozca al menos...yo me quedo con esos tres y con los Animals, Them y demás gentuza, no está el panorama para despreciar música de ese calibre. Mira que decir "(...)que al fin y al cabo son unos sosos cuando van de románticos y unos pelmas cuando van de místicos."

Es que no puedo. Cómo se puede ser tan simplista y sentenciar todo un universo creativo de ese modo, un día de estos monto un post sobre los cuatro de Liverpool y contesto como es debido. Cuando pienso que en esa opinión se incluyen maravillas como The White Album...a eso digo NO.

Se supone que ya había llegado a estas mismas conclusiones en otras relecturas: la novedad en esta ocasión ha sido sentirse un poco más cerca de Cristina, quién me lo iba a decir hace cinco años o seis.

Naturalmente, toda esta pseudo-crítica literaria salpicada de desvaríos tiene una relación directa con mi habitual sección de Holiday Romance: debo comunicar a mis lectores que ha habido cambios drásticos, en un sentido más bien positivo.

Para nuestra gran sorpresa, el sábado pasado aparecieron ellos. Mi problema fue que no sólo apareció él, sino que justo detrás, tras haberlo saludado y haberme hecho alguna que otra vaga ilusioncilla de a ver si hay suerte, apareció la rubia del otro día, que tras mirarme con cara de asco, procedió a darle un morreo que decía ES MIO , a los cuatro vientos. Pese a las ganas locas que tenía de ponerme a decir "Yo, la fracasada, la morena!!" cual versión femenina del entrañable Pacey de Dawson Crece y teniendo en cuenta lo vieja que estoy para tirarme de los pelos con niñatas, me resigné a lo que nos había deparado el destino y me dispuse a esperar dos meses o eso, a ver si caía algo. Pedí otro martini y me olvidé de lo que sucedía a mis espaldas, no me fuera a convertir en sal.

Y entonces la noche viró hacia el milagro: resulta que el amigo de mi amiga se había traído un amigo nuevo, un joven que oponía al pasotismo y la belleza lánguida y desgarbada del otro una piel de color caramelo, unos cabellos medio rubios, una oscura mirada sensual, una mayor masa muscular :P, y todo un despliegue de atenciones para con una servidora de lo más retador, por no hablar de lo mucho que acabó espesándose la química...no sé si volveré a verle, pero valió la pena. Me va a costar mucho aceptar que mañana no aparecerá y pasado tampoco.

Mientras no aparezca otra rubia...si es que siempre tengo que acabar descubriendo que hay una mejor amiga, una hermana del amigo de toda la vida, una antigua compañera de instituto etc. que ocupa ese lugar legítimo que algunas ya no esperamos hallar jamás.

Ya me entra el ramalazo Bécquer, así nunca voy a ser una femme fatale como es debido. :P


*Este post se lo dedico a la compañía de taxis de Cinexilio ;)

Posted by xisca at August 15, 2003 6:41 AM
Comments

yeahhh !

Posted by: el taxista on August 16, 2003 11:37 PM

Buenas Xisca, celebro que te hiciera gracia lo de la oveja aunque más que un chiste pretendía ser una crítica, un "espabila capullo!!!" o algo así.

En fin, reir es muy saludable!!!
saludos!

¿Realmente merece la pena releer un libro? yo nunca lo hice, tampoco sentí la necesidad ciertamente.

Posted by: alexqk on August 19, 2003 10:59 AM
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