Al final me ha sido imposible encontrar la viñeta que hubiera querido postear, esa clásica en la que Charlie Brown grita "!!No puedo soportarlo¡¡", con la boca muy abierta. Siempre me he identificado con su indecisión y su mala suerte; aparte de él, también me hacen gracia Marcia,Peppermint Patty y esa curiosa relación que mantienen. Marcia siempre me ha recordado a mí misma en algunas actitudes, así como Charlie.
Con esa clásica muestra de impotencia por parte de tan entrañable personaje, hubiera querido ilustrar este post que no debería estar escribiendo. No me gusta pensar que tengo que ocultarlo por no molestar a otros o por no dar pena o cualquier otra excusa que tengáis en mente, prefiero cantar de plano. Me siento impulsada a explicar, ni que sea a grandes rasgos, por qué me ha tocado el papel de ingenua cómica en esta vida, por mucho que a veces me salga del guión y le rompa los esquemas a más de uno.
Lo peor de no saber qué contestar a las pullas en su momento ni devolver las bromas que no entendiste y luego guardárselo todo es que o bien acabas por estallar en algún momento o bien hay ratos en los que te sientes tristona y te da por pensar que los demás no te respetan, aunque te aprecien. En ese momento olvidas que así como siempre hay alguno que se ríe de ti, también hay quién te acepta tal como eres, que no todo es blanco o negro. Por otro lado, tampoco es el fin del mundo, no vamos a llorar todos ahora, con lo bien que me estaba saliendo :P
Lo malo de la imagen de buenaza inofensiva es que se relaciona inmediatamente con una presunta falta de inteligencia, aunque si se te conoce más eso desaparece y se queda en una falta de mundología y habilidades sociales, cosas que se van corrigiendo poco a poco con el tiempo y la experiencia. Eso en mi caso, otros buenazos no sé.
En cuánto a los antecedentes de esta situación, todo viene de una de esas infancias incomparables a lo Eduardo Manostijeras, producida por diversos factores. Un día postearé un texto que escribí sobre el particular, uno de mis artículos; creo que es lo mejor que he escrito sobre el tema aunque sea más victimista que revelador o pretendidamente poético. Durante la adolescencia mis rarezas más notorias, tales como no decir nada durante horas y relacionarme apenas, acabarán por desaparecer casi por completo, aunque siga tendiendo a encerrarme en mí misma en ocasiones.
A los veintipocos sufrí un retroceso por la gran decepción que supuso que me echaran de la pandilla de amigas pijas en la que me había metido por probar a ver que tal se me daba eso de ser de una cuadrilla. Esto me afectó de tal modo que me pasé unos dos o tres años sin amigos y me volví al castillo a recortar revistas de cine y a leer; sé que hice mal, pero afortunadamente logré encontrar un nuevo camino, dejando la universidad y buscando trabajo para obtener los medios que me permitiesen adquirir algo de independencia personal y empezar otra vez: desde los veinticinco he llevado una vida social intermitente y he aprendido a no esperar nada de nadie y a dejar que las cosas ocurran en vez de forzarlas. De momento, me va bien, me atrevería a decir que mi relación con los demás ha mejorado ahí fuera, que no aquí dentro, que no hago más que montar unas Fallas Emocionales cada tanto.
*Crucemos los dedos :P
Sobre mi problema con los que se ríen del personal, sólo decir que en realidad no es tal: no sé si me habré acostumbrado, pero cada vez me importa menos. Si intento racionalizarlo y comprender los motivos del otro, suelo imaginar que es su manera de defenderse, de intentar ocultar sus debilidades o incluso de divertirse de forma perversa, aunque siempre hay que procurar no ceder demasiado, si es que llega a extremos dudosos. Lo que es yo, pretendo relacionarme con los demás, no reírme de ellos. No necesito hacer eso.
De todas formas, enseguida que aprueben esa ley tan bonita que se han sacado del ojete del cadáver de Franco vamos a ir a la mili todos juntos y como a mí me toque ser el sargento...:P
No os quejéis que ya tocaba post reflexivo. Tanto martini...
no sé, me parece casi más Martini que Reflexivo pero bueno.
Y tampoco es tan "revelador, reflexivo y aburrido", está mucho mejor de lo habitual. (Aunque comienzas a divagar casi tanto como yo)
Por cierto, no es tanto escribir de noche las respuestas a lso comentarios como el andarse con ojo, anda que si hubiera tenido que responderte al último reply sobre "pullas y coñas".
S,
J.
¿Pullas y coñas?...ups. Ya me ha traicionado el subconsciente...:P