La Luna de Valencia

ABURRIENDO AL PERSONAL/ VEINTE AÑOS TARDE

Well, it’s a long, long time
From May to December
But the days grow short,
When you reach September.
And the autumn weather
Turns the leaves to gray
And I haven’t got time
For the waiting game.

And the days dwindle down
To a precious few . . .
September, November . . .
And these few precious days
I spend with you.
These precious days
I spend with you.

"September Song" , Kurt Weill

No diré el foro, ni la sección, sólo el tema: érase que se eran unos tíos quejándose del comportamiento de las tías, como siempre. Viendo lo lejos que estaban llegando las cosas, por muy en broma que fuesen, y observando que algunos pedían opinión del bando contrario, es decir alguna fémina, pues me decido, aunque sean las tantas, et voilà, me curro este tocho:

Bueno, entiendo que las que haya por aquí aparte de mí pasen de decir nada, eso de que si somos todas unas putas y lo de que si cuando decimos no queremos decir sí resulta bastante agresivo y suena a resentimiento puro y duro, incluso asusta un poco. Lo siento, pero es como se ve desde este lado.

En primera, igual que hay zorras hay cabrones, gente que juega con los sentimientos ajenos creando falsas expectativas para su propio beneficio. O al menos esa es mi visión del asunto. Eso de buenos y malas no me ha convencido jamás.

Sobre lo del físico, es verdad que en un bar poco vas a ligar si no eres medianamente atractivo, aunque también es cierto lo de que no es guapo lo que es guapo, sino lo que te gusta, traduciendo un dicho mallorquín. Personalmente creo que la apariencia externa no lo es todo, también cuenta que haya atracción entre ambos y en eso pueden intervenir otros factores, como el que os caigáis bien de entrada, que haya una conversación divertida, que conectes con el chico de alguna forma, en suma.

Lo de todas putas...en fin, yo me considero como tal, ni digo todos cabrones, tengo la esperanza de que aún existan matices, grados, y ese tipo de cosas...

Sobre lo de que cuando decimos que no queremos decir que sí...esa es una idea muy peligrosa, que si es tomada en serio por alguno y no sólo como tòpico para desfogarse de la frustración sexual que todos llevamos encima en mayor o menor medida, puede desembocar en tragedias como la de Sonia Carabantes y tantas otras, desgraciadamente. Es una idea que siempre he detestado, y creo que revela un concepto de la mujer muy pobre, que prescinde de su capacidad de decisión sobre su cuerpo y sus deseos y la reduce a un objeto a poseer y manipular de cierta forma, a fin de que haga sólo lo que el hombre quiera.

Acerca de las ideas del cómic ese del que habláis, me parece increíble que haya uno tan resentido como para pasarse la vida dibujando y guionizando algo que al menos contado así, parece tan misógino. Anda que eso de que si dice que sí es una puta, y si dice que no también...pues a ver que opciones te deja eso, aparte del convento y la otra acera. Confío en que todo sea con voluntad crítica-humorística, aunque a mí no me apetezca leerlo en absoluto, vaya.

En cuánto al tema del confesor, tengo la solución ideal: mi mejor amigo, del que a mí vez soy confesora, es por carta y tiene pareja estable. Nos lo contamos todo y nos consultamos cualquier duda sobre cualquier tema, ni un problema en diez años.

Eso sí, considero que si sales de bares y vas a lo que vas, seas hombre o mujer, debes dejar claro que esa es tu idea y dejarte de tonterías. Siempre puede ocurrir que haya alguna implicación emocional por ambas partes o desafortunadamente, por una, es difícil pero puede surgir, es un riesgo a correr.

Por otro lado, en mi opinión, tampoco hay que ser desconsiderados e irrespetuosos con el otro, aunque sólo se trate de una aventura, algo que he experimentado y que también he visto en otros. No veo porque se debe tratar incluso cruelmente a la otra persona sólo por haber tenido sexo con ella, como si de repente se hubiera convertido en un ser despreciable y no mereciera ni un saludo. Es que no entiendo de qué va eso.

Lo que me ha dejado intrigada es lo de las tías bordes, eso no lo he visto todavía.

En cuánto a las pijas...me temo que por muy insoportables y tontas que puedan llegar a ser, tienen un aspecto fantástico, como si se hubieran aerografiado antes de salir de casa o algo, que las ves y te sientes como un monstruo de la Universal y te decides por fin a irte a vivir al baño y no salir nunca más a la calle. De algún modo han conseguido ser como esas modelos y actrices de las revistas en fotos convenientemente retocadas que convierten a muchas mujeres en mutantes indignos llenos de pelos, vellos y michelines, aunque sólo sea por unos minutos.

A lo mejor he desvariado un tanto, y me habré dejado algo, pero ya está bien por hoy.

En fin, el resultado ha sido que uno me ha explicado lo de las tías bordes, y otro me ha dicho que el también sabía hablar de matices y de grises, y que todo era broma, y que casi se había dormido leyéndolo. No negaré que eso me ha molestado, sobre todo teniendo en cuenta que algunos fragmentos pretendían ser irónicos, pero tampoco vas a gustar a todos, eso también.

La verdad es que cuando veo o escucho a los hombres hablar así de las mujeres no me resulta divertido, siempre siento como un estremecimiento, y he de confesar que tampoco me gusta hablar mal de los hombres con otras, es algo muy personal, pero no puedo evitarlo: para mí ese tipo de charlas que son en teoría para desfogarse de la frustración ésa a la que me refiero en el post evidencian que sigue habiendo un abismo entre la forma de entender el mundo de ambos sexos. Y eso me entristece, lo veo como una guerra que nunca se va a terminar y que se recrudece por momentos.

Este fin de semana, aunque mi amiga y yo captamos el interés de los integrantes de una despedida de soltero que no estaban del todo mal, y además fui agarrada por uno que no quería que me fuese a dormir de ningún modo, pasamos otra noche persiguiendo la sombra de su él, que sigue sin aparecer y que cada vez parece obsesionarla más. Esto sólo puede acabar en lágrimas, ojalá pudiese impedirlo.

Vimos al moreno cabrón y la rubitonta, pero no hubo besitos delante de una servidora por esta vez. Tenía en mente pedir al camarero unos posavasos y un boli para poner unas puntuaciones, si se daba el caso. :P

Menos mal que mañana me han invitado a una Fiesta de la Espuma entre recepcionistas, camareros y animadores y sé seguro que eso me va a reconciliar con el mundo tangible.

VEINTE AÑOS TARDE

Siento no haberme acordado en su momento, espero llegar a tiempo a otras convocatorias. Eso de pensar en el futuro es algo que hago incluso demasiado a menudo y me soprende que ahora no sepa ni por dónde empezar, ya ves.

Empecemos por recordar qué hacía hace veinte años, es decir cuando tenía ocho, allá por los ochenta:

Françoise dans ce jardin

Esa es la mañana del 22 de mayo de 1983, día de mi Primera Comunión: recuerdo que el can-can me hacía tropezar y que mi mayor preocupación era hacerme con la muñequita de la tarta como fuese, en lo que parecía ser un principio de fetichismo que no llegaría a mayores. Y por supuesto, el gran aliciente de calzarse un disfraz de princesita de primera, a cambio de leer una tarjetita y comerse una especie de galleta insípida, un precio irrisorio para poder ser por fin un personaje de cuento de hadas.

Supongo que ese es el hecho más destacable de mi infantil cotidianeidad en aquel año.

En la actualidad me hallo en un hotel vestida de recepcionista, que no disfrazada, aunque uniformes anteriores entrevistos en antiguas fotos hagan pensar en lo contrario. Los sábados me sigo disfrazando de princesa :P, y sólo piso la iglesia por compromiso social, jamás llegué a confirmarme y he llegado a la conclusión de que soy agnóstica, dudar siempre. Y más de la Santa Inquisición, que los esperas y pierden el autobús de la manera más tonta, a pesar de toda su weaponery.

En cuánto al 2023, debería basarme en uno de mis muchos temores a corto plazo, el cambio climático: el anormal verano que hemos padecido me ha hecho pensar en ello de nuevo. No sé si en un futuro inmediato se producirán cambios nefastos en esa materia o si se producirá más tarde. Hablando en general, una opción emocionante sería acabar defendiendo tu biblioteca de los bomberos de "Fahrenheit 451", pero el fuego de la ignorancia lleva tanto ardiendo que ya nadie le presta atención.

Luego tenemos lo de envejecer, que viendo como se trata ahora mismo a cualquiera que supere ya no los cincuenta, sino los treinta y cinco, pues...a ver si nos vamos a ver jubilados y en el asilo antes de lo que pensamos, apartados por unas nuevas generaciones despiadadas a las que no hemos sabido educar. Un posible desastre en el que seguramente no tomaré parte, dadas mis nulas ganas de formar una familia ahora mismo. Y nulas posibilidades, además.

De repente ya no es tanto tiempo, pienso en aquella canción de Sinatra que dice que un día te giras y ha llegado el invierno, vas a cumplir cuarenta y nueve años en octubre. Quizá sea jefa de recepción o escriba bestsellers o sea propietaria de algún negocio de libros o dvds, siendo pragmáticas. No sé, el tiempo dirá. Por algo no me gustan los adivinos y prefiero no saber nada acerca del futuro, ni si nos caerá un asteroide ni si Mallorca acabará hundiéndose lenta pero de forma inexorable, a la veneciana, por un exceso de cemento, y entonces ya no tendremos que tomar más decisiones ni preocuparnos más por nada, que también tiene su gracia, no os creáis.

Cuando pienso en aquella redacción que escribí en segundo de B.U.P en la que me imaginaba conduciendo una nave por el espacio...^__^U

Eso sí, seguiré viendo demasiadas series de TV.

Posted by xisca at September 1, 2003 5:04 AM