December 15, 2003

EXPEDIENTE FRESITA


¿Qué, Patty y Selma, ya estáis viendo "MacGyver"?

Pakito el Subversivo, reprochando a sus hermanas mayores que estén viendo el debate de "Gran Hermano", aún desde el distanciamiento irónico imprescindible en estos casos.


Cómo no ocurría desde el primero, este año los hermanos Bouvier -sí Pakito, usted también :P- han seguido GH más o menos, tampoco es que lo sigamos a rajatabla ni nos constituye una obsesión, cómo le pasa a Selma con su Buenafuente del alma. Lo malo de ver Crónicas Marcianas es que acabas siguiendo las peripecias de los habitantes de la casa de Guadalix quieras o no, aparte que este curso se dan dos variables decisivas:

-El que se atreve a encender el televisor y pasar alguna tarde o alguna noche observando la programación, podrá comprobar que se está tocando techo en cuánto a vulgaridad y retroalimentación: no sólo se insultan todos directamente sin ningún tapujo sino que aprovechan hasta el funeral de uno de los suyos para su beneficio. Esto va a estallar de un momento a otro...Gran Hermano resulta de lo más comedido al lado de otras cosas.

-Lo extremo y llamativo de las personalidades de algunos de los concursantes de este año, con especial mención a la insoportable Aida, aún sigue sin saberse si lo suyo es un grave trastorno narcisista de la personalidad o una actuación digna de Oscar, y la alucinante Fresita, inspiración de este post, que probablemente me va a costar el prestigio y los cuatro lectores: ya nunca podré ser Javier Marías.

Una vez superados los lógicos escrúpulos por saber que se está viendo basura pura y dura a sabiendas, hay que reconocer que resulta estimulante jugar a psicólogos de pacotilla con los personajes que pueblan esta granja de Pin y Pon catódica: a cualquiera que le guste desentrañar misterios o padezca de pulsiones similares a ésa, le placerá tratar de establecer qué ocurre en esta función, qué estrategia usan para ganar si es que la usan, la inevitable comparación con situaciones y personas análogas en la vida cotidiana...esa clase de cosas. Mientras uno no acabe de fanático irredento de la cuestión, las cosas no son graves, aún estamos a tiempo de seguir viendo series de calidad y documentales de La Dos y aquí no ha pasado nada.

Antes de nada, debemos tener en cuenta lo forzado de la situación; no olvidemos que se trata de un concurso con un sustancioso premio para el que logre simpatizar con los feroces ciudadanos romanos del público, móvil encendido en ristre. Se les supone la mezquindad, la desvergüenza o la inconsciencia, la desesperación monetaria, puesto que se trata de vender tu vida, de hipotecarla unos cuantos años, un lustro a lo sumo, para luego poner un bareto o una discoteca o en el caso de tener ínfulas de divismo, conseguir un puesto más o menos fijo en la mesa de Sardá.

Por otro lado, nunca se puede dar una convivencia normal entre completos desconocidos que se saben observados y analizados hasta el límite por miles o millones de espectadores, compitiendo por los supuestos arriba explicados y encima encerrados como gatos en una despensa medio vacía, con razón acaban fuera de sus casillas y arañándose por un quítame allá esos cigarrillos, por ejemplo.

De momento el título de Rey y Reina del internado suizo es para Nico, el italiano más tópico que han podido localizar, todo el día preparando pasta y dando voces, cual pálida copia surfista y hortera de Marcello, exigiendo el rispetto que a él mismo le falta en demasiadas ocasiones. Su consorte ideal es la inefable Fresita, señorita fenomenalmente cursi, amante del color rosa y en apariencia, atrapada de forma inexplicable entre esa época que tenemos todas entre los nueve y los once años, llena de chuminadas varias de colores pastel y cositas de Hello Kitty , por ejemplo, y una risible utopía hippie en la que sólo existen su gente y su hipersensibilidad, que supera cualquier complejo del grado que sea que pudieras tener al respecto de tu aguante personal.

¿Siempre has sido una ingenua crédula del copón? ¿te creías la mismísima Princesa del guisante? ¿crees que todo te afecta?...pues no te esfuerces. Siéntate en el sofá, enciende la tele y pon Telebingo, descubrirás la dureza y el cinismo que hay en ti, y te sentirás todo un Clint Eastwood al lado de esta excepcional criatura, cuya naturaleza debería ser investigada por el CSIC sin falta.

Ella se llama Nuria, tiene ahora 32 años -el provocativo regalo de cumpleaños que le hicieron los desaprensivos artífices del programa prueba que nunca tuvieron buenas intenciones, esos sí que saben lo que hacen-, es de Salou, es recepcionista de camping y ha exhibido actitudes y reacciones desmesuradas, producto de un infantilismo casi patológico, no se sabe si buscado por ella misma, viviendo en un cuento de hadas acabado hace demasiado tiempo, o más bien totalmente inconsciente, debido a algún tipo de aislamiento sobreprotector promovido por su entorno: después de episodios como el no aceptar lo que no era ni un intento de crítica a su ciudad natal por parte de uno de los mindundis habituales de este tipo de eventos que pululan alrededor de su estela, sus continuos lloros y rabietas por casi cualquier cosa y su conexión con los entes más paternalistas del lugar, leáse el italianote del que parece estar enamorada, según unos y otros, me inclino a creer que ella es realmente así, que no hay vuelta de hoja.

Y más después de comprobar su falta de suspicacia al recibir como explosivo presente de aniversario nada menos que un vestidito de princesa y una corona, y ataviarse con ello sin ningún pudor para luego bajar la escalera y ser motivo de la risión más despiadada por parte de sus compañeros, unos más viborillas que otros; si ella fuera tan inteligente y calculadora como intenta promover alguno, temeroso de su más que posible popularidad de cara a la audiencia, se daría cuenta de que los excesos de su actitud le pueden pasar factura, puesto que los duros de la película tienen no pocos partidarios , hartos de sus niñerías varias y la quieren fuera del concurso. Se la ve cariñosa e inocente en grado sumo, a pesar de todo y de todos, y aunque tenga tanto las virtudes como los defectos de los niños -a veces puede ser cruel sin proponérselo- a estas alturas me parece imposible que se trate de una actuación, y si finalmente resulta serlo, será para quitarse el sombrero.

Otra posibilidad apuntada por ese Pakito que me afeó la conducta comparándome con una de las cuñadas de Homer, es que siga unos esquemas emocionales autoimpuestos, sólo por una fuerte necesidad de complacer a los demás en cierto modo. Digamos que sería consciente de que está haciendo un ridículo espantoso, pero lo haría por creerlo su cometido en el teatro del mundo, sin atreverse a cambiar por miedo, muy probablemente. En tal caso y quizá también en el otro, no dudo que necesita ayuda profesional y me parece una crueldad y un peligro para su integridad psíquica exponerla en un programa de TV.

Otro punto que me interesa señalar es que en esta situación se hace patente algo que ocurre muchas veces en la vida cotidiana con las personalidades, digamos, más débiles; muchas veces el grupo de amigos o el grupo de compañeros de trabajo, en situaciones similares, es decir, mucho tiempo juntos en recintos cerrados emocional o físicamente, se atreve a avasallar mediante críticas a sus molestas pautas de comportamiento, que igual el avasallado comprende que no dejan de serlo, pero tampoco son peores que otras ni le convierten en lo peor de lo peor, o en un asesino de niños.

Sin embargo, sea para estar a buenas con el típico manipulador mandón y egocéntrico que no soporta que se le robe la atención que ansiamos todos por métodos más legales, como ser uno mismo hasta dónde se pueda sin sufrir percances, sea porque no se comprende a esa persona y se haga un frente común para tratar de descubrir de qué va por las malas, se les suele atacar con más frecuencia que a otros mas peligrosos, que no dudarían en atacar para defenderse o señalar los defectos de los otros, que los tienen siempre, por mucho que intenten ocultarlos.

Por ejemplo, en este caso, ahora mismo el tal Denís la está acusando de manipular a todo y a todos, cuando lo que en realidad está pasando es que le está aplicando su visión del mundo: cree el ladrón que son todos de su condición. En su cabeza no cabe que alguien pueda atreverse a salir sin disfraz al mundo, aunque me sorprende que Nuria no haya logrado ponerse ni siquiera el más fácil de adquirir, el del silencio o la distancia en todos estos años. Es lo que me intriga más de ella.

No se me caen los anillos por admitir que la comprendo hasta cierto punto, que he estado en formas más suaves de ese Vietnam, aunque no seamos iguales, quizá ni parecidas: supongo que no se puede obligar a nadie a cambiar y que es algo que sucede, pero le aconsejaría que tratase de hacerlo, por su bien y por el de otros; eso sí, que tampoco escuche a gente que pretende aprovecharse de como es para su propio beneficio, aún siendo como es siempre me parecerá mejor que los típicos que van de Mr. Wonderful o Mrs. Wonderful sin serlo, que en realidad es una pretensión tan absurda como la suya de ser la princesa de un cuento imposible.

Posted by xisca at December 15, 2003 1:11 PM
Comments

No había visto, jamás, un suicidio intelectual tan temerario y descorazonador (JOJOJO)...

Pero esto me ha intrigado:
"no sólo se insultan todos directamente sin ningún tapujo sino que aprovechan hasta el funeral de uno de los suyos para su beneficio"

¿A qué te refieres?... yo es que sólo veo la tele para ver jugar al Betis -que, por cierto, sólo me da disgustos-.

Posted by: Isabelo on December 15, 2003 1:41 PM


Me refiero a la muerte de Maika Vergara, periodista del corazón cuya muerte fue difundida, publicitada y puede que incluso debatida hasta la saciedad en todos los programitas del mundillo habidos y por haber. Es que hasta sus propias lágrimas venden...qué quieren que piense de esta gente.

Posted by: Xisca on December 15, 2003 1:53 PM
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