Al principio pensaba que no me había gustado tanto como la historia de las hermanas Lisbon, pero aunque así llegara a ser, eso no empañaría el recuerdo de esta película y menos en mí, después de todas las circunstancias que rodearon su visión. Hacía meses, a mí me ocurría algo parecido a la historia de los protagonistas, aunque se resolviera de distinta forma, y fuera diferente en más de un aspecto, aquella historia me sonaba mucho y me conmovía más que a otro que no hubiera estado en esas dudas, como es natural.
Para mí es una delicada fábula de soledades en compañía que muestra un puente que se establece entre dos completos extraños, que se sienten más alienados que nunca, en un país que les es sobre todo ajeno, casi como sus propias vidas, que parecen haber perdido sentido porque el camino que se habían trazado se ha ido difuminando en el tiempo, dejándolos a la deriva en todos los sentidos, alejándolos de lo que más habían querido, de lo que debería haber dado resultado.
En el caso de Bob resulta evidente qué se trata de una crisis de madurez, si bien en el de Charlotte, parece ser más una cuestión de haberse dejado llevar por otros y no haber tomado sus propias decisiones, ya que siempre anda pidiendo consejo o quiere que la escuchen, simplemente...el caso es que ambos se han equivocado y en ese error es donde se encuentran, justo cuando se dan cuenta. Quizá tengáis razón los que pensáis que no se trata de una aventura amorosa en un sentido estricto, parece más bien un contacto necesario para ambos, para dar un paso decisivo y reordenar esas rutinas que son las que deberían estar entre paréntesis, y no días como esos, eligiendo moquetas, destrozando éxitos ochentosos en un karaoke de forma brillante, teniendo conversaciones que nunca habías tenido con nadie más...quiero creer que tal cosa se puede conseguir.
Algo de atracción hay entre ambos, aunque no llegue a ninguna parte y todo quede en un beso de lo más casto e inocente, aunque no exento de un morbo sutil, no olvidemos la diferencia de edad y que ambos son casados...a mí me parece coherente con el resto, aunque pueda tratarse de una pequeña y romántica concesión a la galería, no deja de combinar con la liviana tristeza de la cinta, haciendo que parte de ella se esfume de las vidas de los protagonistas, que así se permiten un pequeño desfase, una minúscula satisfacción, librándoles al menos de esa frustración añadida.
Cómo sucedía en "Las Vírgenes Suicidas" con la inmutabilidad del recuerdo depurado hasta la perfeccion absoluta por la memoria engañosa, aquí se capta otro tipo de momento crucial en la vida de alguien, de una forma más realista y mediante el cruce casual entre dos vidas, pero con la misma vocación mitificadora que en aquella...mi mente también me la juega de este modo, reconozco esta manera de dejarlo todo hecho una maravilla detalllista de lo más subjetivo. Pero para algunos, esa sola capacidad es más que suficiente y ayuda a vivir, a ser feliz a veces, que es lo que importa.
Posted by xisca at March 9, 2004 4:39 AM