Una vez más, entre los chantajes emocionales de mi madre en los que sigue subyaciendo la idea de que soy una niñita incapaz de arreglárselas ahí fuera, mi habitual pusilanimidad y la necesidad de tener un punto desde el que partir y organizar mi vida hasta que esta tome un nuevo rumbo en un plazo relativamente breve, si bien en fechas inciertas, me han llevado a no darme de baja del curso de recepción, pese a que no es posible hacerlo en un año: sin embargo, he sido capaz de regresar al escenario de mi expulsión subrepticia sin vergüenza alguna, incluso me atreví a preguntar a la portera con cierto aire burlón, si bien en un primer momento me resistía a ello, no quería necesitar de su ayuda.
Aunque el aula está muy bien equipada, sólo somos ocho o nueve, incluyendo a unos cuántos jovencísimos ayudantes de recepción desilusionados, una recepcionista experta pero sin título alguno y una joven economista búlgara que no sabe una palabra de castellano...creía que me sentiría horriblemente contrariada por tener que volver al instituto a los treinta, pero me lo estoy tomando a risa y no dudé en ser sincera respecto a mi opinión sobre el establecimiento en el que he trabajado: por fortuna, nuestro tutor es un simpático veterano de este particular Vietnam y me agradeció que fuera honesta y no la típica falsa que dice que le encanta el hotel...con suerte, serán cuatro meses, si no, pues tampoco pasa nada, simplemente hay otras prioridades y si mis sobreprotectores dueños se atreviesen a poner el grito en el cielo, siempre cabe revelarles cuántas de esas oportunidades perdidas que siempre me están echando en cara les atraían más a ellos y sus amenazas de acabar fregando suelos o viviendo en la calle que a mí y mis confusas aspiraciones de entonces...a lo mejor no hay que ser tan dura con los progenitores, pero es que a veces no se dan cuenta de en qué posición te dejan dudando de tu capacidad a todas horas, como si sobre ti parpadearan unos neones señalándote como INÚTIL, yo a eso digo vale ya.
Ayer estuve una eternidad en la cola del paro, pasando algo de frío y acabé por resentirme, así que pasé media tarde durmiendo y la otra media leyendo: "Plenilunio" no me ha acabado de gustar, me pregunto cómo me tengo que tomar que se medio justifique a un ex-delator de los grises en la universidad, por alguna razón eso me está nublando el juicio y no puedo dar una opinión clara sobre quién viene a ser el protagonista, cómo si no lograra perdonar eso, si bien me ha gustado mucho el personaje de Susana Grey, la maestra abandonada a su suerte en una ciudad de provincias por un tipo de esos tan sensibles a todo menos a lo que importa...me sorprende que eso lo escribiese un hombre, la verdad. Me dijeron que esta era su novela más comercial, quizá debería probar con otra...en cuánto a "Vertígens" de Biel Mesquida, me niego a aceptar un libro en el que se intenta revestir de mito y glamour al típico hotelero que posee media isla y a los no menos típicos personajes tan hedonistas como pretenciosos y descerebrados en sus continuas referencias culturales que se dan cita en los artículos del autor para el Diario de Mallorca, que por cierto, escribe exactamente igual para armar un batiburrillo de fantasías sexuales e inmobiliarias -esto último es en serio, no veas que chalet les monta en Formentor- que en castellano dudo que se lo publicaran: lo que se necesita es alguien más sobrio y cruel que vaya a saco contra este tipo de mallorquines , no alguien que encima les admira como si fueran semidioses; negra me ha dejado la novelita de marras, sólo la leía para ver si se acababa de una vez y podía dejar de pensar que todos esos lujos que se imagina el cenutrio este han sido ganados por miembros de la abyecta clase empresarial de esta comunidad, a costa de la humillación y la anulación de todo un pueblo, sometido al vasallaje del turismo indiscriminado.
Valiente intelectualidad la nuestra.
Y ahora sí, ya me voy a clase, si es que antes no me echo al monte definitivamente, dispuesta a disparar contra todo lo sospechoso de ser guiri y preguntarme una calle: a ver si me esfuerzo en no ser amable con el opresor.
Hola Xisca, te comunico que no soy nada aficionada a engancharme a los blogs pero tengo el tuyo en la lista de archivos recientes, y no desaparece, pues casi cada día miro a ver que tal va. Supongo que me tranquiliza ver que hay gente, en Mallorca, que se cuestiona las cosas, y no se encasilla en un grupo. Tengo sensaciones similares al leer a Biel Mesquida. Me gustaría saber que opinas de M. Pau Janer p.ej., pues a mi me cuesta mucho, y no se si soy objetiva o le tengo manía. Saludos
Posted by: nuria on November 5, 2004 8:34 PM
Bueno, me alegro de que no todos los mallorquines estén conformes con este lamentable estado de cosas...en cuánto a Mari Pau Janer, no se me había ocurrido leerla todavía, si bien sé alguna que otra jugosa anécdota de su labor docente en filología catalana. Pero lo haré, a ver cómo se defiende. Otra opción a tener en cuenta sería Baltasar Porcel...quizá a él tampoco le gusten los hoteleros y demás chusma.
Me alegro de que consideres mi blog algo digno de interés.
Moltes gràcies :)
Posted by: Xisca on November 6, 2004 1:15 AM