Cómo aún es un poco pronto para empezar a preparar la maleta, y tras un día entero en la cama atiborrada de Frenadol -no sé si será psicosomático, pero una vez más se me ha inflamado algo la garganta justo antes de salir de viaje, aunque esta vez sólo voy a la capital por dos semanas y tres días- he decidido hablar de mis creencias personales en cuánto a religión y similares, debido a la combinación de varios factores: ayer estuve de disquisición esotérica y conspiranoica con Pakito en la cocina, ya que había estado viendo uno de los deuvedés que regalan con la "Más Allá", es Semana Santa y dieron "Rey de Reyes" de Nicholas Ray en la tele: desde que hice una serie de artículos sobre los músicos de Hitchcock para una revista cultural hace años, me llama la atención poderosamente que la bellísima música de esta película, especialmente emotiva en las secuencias de los milagros, deba su excelencia a las fuertes creencias religiosas del compositor Miklós Rózsa; quizá sea una de las pocas ocasiones en las que la fe católica ha tenido una aplicación positiva.
No podría decir que crea en algo, más bien debería decir que me dedico a dudar razonablemente de casi todo por precaución, y sobre todo de la religión católica: en su día me negué a confirmarme, ya que me identifico como agnóstica desde los nueve años, tras una clase de religión en la que vi claro lo que era yo. Había demasiadas cosas que no me cuadraban; cuando iba a la iglesia de la mano de mi madre, solía fijarme en los santos y las vírgenes, en sus expresiones de sufrimiento, en cómo la virgen aplastaba a la pobre serpiente con una manzana en la boca con su pie...nunca me gustó aquel lugar, para mí era un castillo lúgubre lleno de malos presagios, y jamás me ha abandonado esa sensación al respecto.
Otra cosa que no me gustaba era el sacramento de la confesión, nunca entendí de qué iba eso y qué derecho tenían a meterse en nuestra vida: en unas convivencias recuerdo que nos encerraban uno por uno en un cuarto con el sacerdote y nos hacían preguntas, si habías mentido, si habías robado, si te habías peleado con tus hermanos...ya en el internado, nos obligaban a confesarnos cada jueves e ir a misa cada mañana antes de ir a clase; yo siempre le decía al sacerdote lo mismo: "No fui a misa el domingo", hasta que un día el hombre se hartó y me preguntó que porque no iba nunca y yo dije que prefería dormir, lo cuál le hizo muchísima gracia. Otra cosa que recuerdo muy bien fue el día que me equivoqué de puerta porque me habían dejado encerrada en el pasillo y me metí en las habitaciones de las monjas, que eran un lujo, a diferencia de aquella sala con literas de hierro en la que dormíamos todas, o la vez que Sor Angela intentó ofrecerme un pastel porque me levanté demasiado pronto y la pillé llevándoles un desayuno a las hermanas, bastante mejor que el nuestro...por increíble que parezca, no acepté el pastel. No quería deberles nada.
Aunque pasé varios años sin volver a tener contacto con monjas o curas, de todos los que conocí sólo destacaría positivamente a la hermana Montse, que estaba en mi facultad privada de Magisterio: es el único miembro del clero que ha escuchado mis dudas al respecto de la religión sin escandalizarse ni hacerme una cruz, como pasó con el párroco de mi pueblo a raíz de un polémico artículo mío sobre la Semana Santa y la cara que le puso toda la clase de religión en la facultad, el día que el muy retrógrado se atrevió a intentar imponernos la idea de que el sexo sólo podía darse dentro del matrimonio: se le levantó media clase en plan que si franquista, que si ya tenemos veinte años, que a usted esto no le incumbe...etc, y la otra media riéndose en su cara. Si hubiera sido más joven, no sé yo si se hubiese llevado alguna hostia, y no precisamente consagrada.
En la actualidad, me hallo lo más lejos posible de mi identidad católica, me sentiría estúpida aceptando y asumiendo unas creencias que no sólo me resultan tan absurdas como la fe ciega en ovnis o hadas sino que encima me ponen verde sólo por ser mujer, reservándome un papel secundario porque así lo decidieron una serie de listillos hace miles de años y lo pusieron por escrito en diversos pasajes de la Biblia.
Hace muchos años que tengo decidido que sólo piso la casa del Señor por compromisos sociales, bodas, bautizos, funerales etc., y que jamás me casaré por la iglesia. Hasta considero la posibilidad de que mi funeral sea laico, que me incineren y que reciten "Annabel Lee" de Edgar Allan Poe en catalán, castellano e inglés mientras me tiran al mar. Y de fondo, "Mediterráneo" de Serrat...si pudiera ser, lo dejaré por escrito. Ya ni siquiera va a ser aquello que decía antes de que yo sólo volveré allí con los pies por delante. Ni por ésas, oiga.
Tu reflexión me parece injusta, que no fundada de tu propia rutina acumulada sobre el tema. El comportamiento impositivo de la Iglesia desde su creación fue degenerando hasta tocar fondo con la Inquisición... por culpa de mezclar la religión con la política y los gobiernos. Comparar la fe con la existencia de platillos volantes me parece muy pobre. Los sentimientos más profundos no tienen nada que ver con las creencias. La Biblia es solo el primero de dos libros, el Antiguo Testamento se completó y se entiende conjuntamente con el Evangelio y ya no caben más, por mucho que se empeñen los mormones en decirnos que un tal John Smith se encontró con un grupo de hombres sagrados y le dieron otro libro que faltaba (creen que es una trilogía, como el Señor de los Anillos) y que según dicen lo tienen guardado en un lugar secreto pero que nadie ha visto nunca. Hasta ahora, desgraciadamente, la historia siempre ha sido machista con todo lo malo y lo peor que eso implica.
En las cosas que se imponen surge inmediatamente un rechazo. Lamento las monjas y sacerdotes que has conocido a lo largo de tu vida, seguro que se salva alguién más, a parte de la hermana Montse. Normalmente destaca y se da más publicidad a lo malo que a lo bueno. A la Iglesia también pertenecen miles de misioneros, misioneras, curas de barrio y gente que da su vida por ayudar a los más pobres (sobre todo a pobres espirituales, que abundan más que los económicos)... es fácil citarte a la Madre Teresa de Calcuta como ejemplo, a la que la coincidencia en el tiempo de sus muertes, se la equiparó con la guarrona de Lady Di, superamiga de los más desvalidos y amante de los traficantes de armas (para que te hagas una idea de lo triste e injustos que son los "medios").
Hay cosas que se deben recibir con el corazón y no con la cabeza. El mundo material nos quiere consumidores y busca eliminar la creatividad y los sentimientos. Mucha gente ha hecho y está haciendo un gran daño a la Iglesia, pero no olvides que su fundamento está en Jesucristo y tener fe en él es algo muy bueno. Siento que tus experiencias hayan sido tan negativas o mal recibidas y ahora te hayas alejado para siempre... la verdad sólo está en Jesús y por mucho que te digan, eres tú la que decides con qué ideas y sentimientos te quedas. Hay muchas cosas buenas en la Iglesia y tú has optado por renunciar a todas ellas. No sé, en el fondo pienso que sigues siendo creyente.
Un saludo muy cordial. Cuídate.
Es que todas las "cosas buenas" que le queden a la Iglesia no tienen nada que ver con ningún sentimiento religioso: son reminiscencias de la humanidad y el sentido común que algunos de sus miembros conserven aún. Y la religión sigue empeñada en oponerse a estas dos, así que allá ellos...
Posted by: Germán on April 10, 2004 2:22 PMSi el título sale de esa egregia canción de Reincidentes, que se llama "Cucaratxa blanca", la cita es inexacta:
"... qué ilusión, to lleno curas// no se juntó nunca tanta basura..."
La verdad es que, reticencias intelectuales aparte, la iglesia como institución a hecho mucho por ganarse el desprecio de la gente.
Léanse ecónomos de Valladolid, BBV Privanzas, concordatos -que un obispo se niegue a entregarle "los libros" a un juez... dantesco-; es algo que debería acabar, que sigan contando todos los cuentos que quieran, pero que se les fiscalice hasta el último puto "duro" -voto de pobreza, dicen-.
Sobre lo de creer o no creer... bueno, eso es algo muy personal y, por tanto, respetable... hay quién cree en hombrecillos verdes, y siguen siendo ciudadanos perfectamente funcionales para la sociedad (JOJOJO).
Posted by: Isabelo on April 10, 2004 2:48 PMCoño, tenía esto abierto desde hace rato, con un sólo comentario... "por to mi dignidad, y por mi libertad" que no había leído el comentario de Germán...
Posted by: Isabelo on April 10, 2004 2:52 PM
Me muestro de acuerdo con Germán: si esas personas buenas no fueran religiosos, seguirían haciendo el bien qué hacen, como tú dices los sentimientos más profundos no tienen que ver con las creencias, y el sentido común, menos todavía.
Por otro lado, unos pocos misioneros -¿por cierto, por qué será que a todo el que pretende tomarse en serio la cosa lo mandan a la quinta china para que no moleste?- no compensan todo el daño que ha hecho y sigue haciendo la Iglesia con su cuerpo de dogmas inamovibles, que se les ha quedado del todo obsoleto: la Ciencia ha logrado explicar gran parte del Universo conocido, de las leyes se encarga el Estado y de su código ético y moral no se pueden encargar ni ellos...naturalmente, podrían evolucionar, pero sería entonces cuando se darían cuenta de que nadie les necesita, ni siquiera para mantener las fiestas del calendario, todas coincidentes con cambios de estación y que tienen su origen en fiestas paganas anteriores.
En cuánto al Nuevo Testamento, podría estar tan tergiversado como el Antiguo, y sobre evangelios apócrifos, no veo porqué se aceptarían unos y se desecharían otros como no fuera por simple conveniencia de los autores del desaguisado: personalmente considero que en la Biblia hay historias muy buenas; la Pasión de Cristo es una tragedia excelente, tan bien montada que sólo puede ser una dramatización. Desde el punto de vista estético y argumental es espléndida.
Ahora de ahí a creer en ello y vivir según sus enseñanzas, me parece que mediaría un abismo: tiene algunas ideas que no están mal, pero imposibles de llevar a cabo en lo que es el mundo y su diversidad, por ejemplo, lo de poner la otra mejilla nunca pensé que fuera una buena idea, sinceramente. Quizá anticipara ideas revolucionarias, incluso algún amago de feminismo, pero pienso que me gustaría leer más versiones de la historia, no me puedo fiar de según que evangelistas, que hay alguno más misógino que el copón.
En realidad la religión o la filosofía de cada cual debería ser una cuestión personal, y en ese campo es dónde yo compararía creer en ángeles o santos a creer en ovnis o hadas, o en el Olimpo entero si te place, porque al fin y al cabo no dejan de hablar de lo mismo, de la creencia en otro mundo más allá de este, en el que se halla todo lo que aquí nos falta o no sabemos encontrar por nosotros mismos. Eso sí, que nadie nos imponga ese mundo de las ideas que es individual e intransferible.
Posted by: Xisca on April 10, 2004 5:47 PM