*Imaginaos una explosión de esas tan hollywoodienses, o en su defecto, decidme dónde hay una :P
Well we got no choice
All the girls and boys
Makin all that noise
'Cause they found new toys
Well we can't salute ya
Can't find a flag
If that don't suit ya
That's a drag
School's out for summer
School's out forever
School's been blown to pieces
No more pencils
No more books
No more teacher's dirty looks
Well we got no class
And we got no principles
And we got no innocence
We can't even think of a word that rhymes
School's out for summer
School's out forever
School's been blown to pieces
No more pencils
No more books
No more teacher's dirty looks
Out for summer
Out till fall
We might not go back at all
School's out forever
School's out for summer
School's out with fever
School's out completely
Alice Cooper, "School s out"
Mañana tengo libre otra vez, el día diecisiete de octubre cerramos y además he neutralizado al cubano: ha venido diciendo que si le dijeron que no podía verlo ni en pintura, en plan corderito degollado y ya me estaba reprochando que no fuera más allá de sus bromas, cuando yo le he vuelto a repetir que tiene que ver él mismo cuando está avasallando a alguien y cuando no, con una de mis miradas más rottenmeyerianas y sin ceder un ápice, afirmando que en efecto, no tiene el más mínimo tacto y que no vale la pena soportar sus estupideces...no se ha atrevido a decir nada más, y es evidente que se ha ofendido, otra vez disculpándose falsamente a ver si da pena o me hace sentir incómoda. Anda que como ahora empiece a comportarse como un amante despechado...al final voy a tener que hacer ese curso de judo.
Pero yo lo que siento es que me he quitado un pequeño peso de encima, y a ver si se entera de que ya puede enviar a los demás de emisarios a decirme que si me lo tomo todo en serio, que si es hospitalario -eso debe ser porque alguna habrá acabado en un psiquiátrico gracias a sus atenciones constantes-, que si luego es un amigo para toda la vida o que si es muy buena gente, que no servirá de nada.
Es que no me da la gana tener que reírle las gracias al típico pureta inmaduro demasiado consentido por entornos anteriores, que sigue y sigue con esa pobre excusa de es que yo soy así, no ves que soy un encanto y todos me quieren para poder avasallar a la que le venga en gana a ver si saca algo...tiene suerte de que hoy tampoco haya reunido la suficiente crueldad para soltarle fríamente que no me interesa relacionarme en ningún sentido con una persona como él. No sólo es que no pertenezca a mi entorno mental, es que nadie me va a forzar a aceptar una amistad indeseable por la cara.
A mí me da igual lo que digan, en el momento en que me sueltan un discurso sobre su teórica bondad y a continuación quieren mandarme a tomar una copa con el susodicho y no dejan de sonreírse estúpidamente...me ha sido demostrado con creces que yo me merezco algo infinitamente mejor -y diez años más joven- , y si tanto les gusta, que le vendan a su hermana.
*Escribí este artículo en enero del 2001, para la revista del pueblo: lo he rescatado para ofrecer una muestra de cómo escribo en catalán, con su correspondiente traducción, y ya de paso, hablar de esta interesante película, no muy conocida o recordada, me temo, a pesar de que no ha pasado ni un lustro sobre ella.
Ja en parlàrem el mes passat, però després de veure la esplèndida adaptació que ha fet Agustí Villaronga, me tem que no va ser correcte recomanar la versió cinematogràfica de El mar, de Blai Bonet, als ganduls. En tot cas, shauria de receptar a tothom que quedi confós per les críptiques visions de la novel.la; una de les moltes qualitats daquest film consisteix en aclarir els punts més obscurs de la història sense trair-ne la metáfora ni lesperit.
Una vegada més, he dadvertir que la especial duresa dalgunes situacions pot ser difícil de pair per molta gent; quedau avisats i sapigueu que qui sinterna davall la superfície ho fa pel seu compte i risc. No em responsabilitzaré de cap trauma posterior, encara que pensi que tots els que estiguin acostumats al cinema modern, ni ho notaràn: els amants de les pel.lícules més aviat roses poden seguir en el seu paradís de plàstic.
Començarem pel fons: Argelús és un imaginari poble de linterior de lilla, immers dins la Guerra Civil, circumstància que marcarà les vides de tres nins, que coincidiràn deu anys després dins Caubet, un sanatori per a tuberculosos. Manel Tur i Andreu Ramallo en seràn dos pacients, més turmentats mentalment que de manera física, mentre que el personatge de na Francisca es convertirá en una jove novícia, els ulls innocents i horroritzats del públic. Fins aquí o puc contar: no seria considerat revelar la tragedia que els durà a tots a un final no per esperat, menys colpidor.
Villaronga ha tingut la gran intel.ligència dafegir diàlegs aquí i allà, a més de reforçar el paper de na Francisca, que al text de Bonet no té tanta importancia, i amb penes és un apunt. Magradaria destacar el debut duna nova actriu mallorquina, la jove Mª Antònia Torrens, nominada a un Goya, i perfecta encarnació de la dolcesa i duna bellesa molt nostra; tots coneixem qualcú així. El treball de Bruno Bergonzini (Manel) i Roger Casamajor (Ramallo), és també duna qualitat admirable, mereixedora de qualsevol tipus de distinció. Altres intèrprets són estrelles locals com Simó Andreu, lactor pobler, i personalitats de la música com Maria del Mar Bonet i Llorenç Santamaria en aparicions especials, a més de na Angela Molina, que ja sortia a Bearn. Gran part de limpacte aconseguit es basa en la atmosfera opresiva i el contrast de la llum mediterrània amb la foscor i la brutalitat dels sentiments dels al.lots, monstruosament reprimits per un concepte castrador de la religió catòlica. Si a més, es té aquell terror especial als hospitals i el seu blanc enlluernadorament sinistre, aquest color precís és el representat per una fotografia excelsa, acompanyat per els blaus feixistes del mar enyorat per Ramallo, i el roig esfereïdor de la sang, amb uns pinzellades suaus d´humor negre.
Així i tot, no resulta fácil enviar-se aquesta píndola: als alemanys del Festival de Berlín els va quedar atravessada a la gola i encara hi deu ser. Si fossin un poc més humils, reconeixirien que això és una pel.lícula, i no aquell desastre de Ballermann 6, sobre les seves edificants activitats nocturnes allà per lArenal.
Per primera vegada, resulta realment estrany veure un film daquestes característiques en castellà; si fos posible, seria molt millor escoltar les veus originals dels personatges, tot i que semblava que shavien doblat ells mateixos, amb una mica daccent i algun uep! que li escapava a un extra pels pasadissos.
De totes les escenes, la que més me va agradar és el moment en el qual Francisca i Ramallo arraconen les monedes escampades en terra, i ella li diu que si volgués donar la esquena a la gent, shagués fet monja de clausura, i no estaria amb ell recollint pessetes. Potser és el minut més tendre dins tota aquella negror, una illa en tots els sentits, la terra desconeguda i gòtica on sempre hem viscut, ara plena de secrets i mentides, gravats amb foc blanc a les neurones.
MÁS ALLÁ DEL MAR
Ya hablamos de ello el mes pasado, pero después de ver la espléndida adaptación que ha hecho Agustín Villaronga, me temo que no fue correcto recomendar la versión cinematográfica de El mar, de Blai Bonet, a los gandules. En todo caso debería recetarse a todo el que quede confuso ante las crípticas visiones de la novela; una de las muchas cualidades de este film consiste en aclarar los puntos más oscuros de la historia sin traicionar ni su metáfora ni su espíritu.
Una vez más, he de advertir que la especial dureza de algunas situaciones puede ser difícil de digerir para mucha gente; quedad avisados y sabed que quién se interna bajo la superficie lo hace por su cuenta y riesgo. No me responsabilizaré de ningún trauma posterior, aunque piense que todos los que estén acostumbrados al cine moderno, ni lo notarán: los amantes de las películas más bien rosas pueden seguir en su paraíso de plástico.
Empezaremos por el fondo: Argelús es un imaginario pueblo del interior de la isla, inmerso en la Guerra Civil, circunstancia que marcará las vidas de tres niños, que coincidirán diez años después en Caubet, un sanatorio para tuberculosos. Manel Tur y Andreu Ramallo serán dos pacientes del mismo, mientras que el personaje de Francisca se convertirá en una joven novicia, los ojos inocentes y horrorizados del público. Hasta aquí puedo contar: no sería considerado revelar la tragedia que los llevará a todos a un final no por esperado, menos conmovedor.
Villaronga ha tenido la gran inteligencia de añadir diálogos aquí y allí, además de reforzar el papel de Francisca, que en el texto de Bonet no tiene tanta importancia y es apenas un apunte. Me gustaría destacar el debut de una nueva actriz mallorquina, Mª Antonia Torrens, nominada a un Goya, y perfecta encarnación de la dulzura y de una belleza muy nuestra; todos conocemos a alguien así. El trabajo de Bruno Bergonzini (Manel) y Roger Casamajor (Ramallo) es también de una calidad admirable, merecedor de cualquier tipo de distinción. Otros intérpretes son estrellas locales como Simón Andreu, el actor de Sa Pobla, y personalidades de la música como María del Mar Bonet y Lorenzo Santamaría en apariciones especiales, además de Angela Molina, que ya salía en Bearn. Gran parte del impacto conseguido se basa en la atmósfera opresiva y el contraste entre la luz mediterránea y la oscuridad y la brutalidad de los sentimientos de los chicos, monstruosamente reprimidos por un concepto castrador de la religión católica. Si además se tiene aquel terror especial a los hospitales y su blanco deslumbrantemente siniestro, este es el color preciso representado por una fotografía excelsa, acompañado de los azules fascistas del mar añorado por Ramallo, y el rojo estremecedor de la sangre, con suaves pinceladas de humor negro.
Así y todo, no resulta fácil tragarse esta píldora: a los alemanes del festival de Berlín se les quedó atravesada en la garganta, y aún debe estar ahí. Si fuesen más humildes reconocerían que eso es una película y no ese desastre de Ballermann 6*, sobre edificantes actividades nocturnas allá por El Arenal.
Por primera vez, resulta realmente extraño ver un film de estas características en castellano; si fuera posible, sería mucho mejor escuchar las voces originales de los personajes, aunque parecía que se habían doblado ellos mismos, con un poco de acento y algún Uep!** que se le escapaba a un extra por los pasillos.
De todas las escenas, la que más me gustó es el momento en el que Ramallo y Francisca esconden las monedas esparcidas por el suelo, y ella le dice que si quisiera dar la espalda a la gente, se hubiera hecho monja de clausura y no estaría con él recogiendo pesetas. Puede que sea el minuto más tierno dentro de toda aquella negrura, una isla en todos los sentidos, la tierra desconocida y gótica dónde siempre hemos vivido, ahora llena de secretos y mentiras, grabados a fuego blanco en las neuronas.
*"Balneario 6", comedia alemana de dudosa gracia para cualquier mallorquín, probablemente pagada por hoteleros, me apuesto el moño...
**Interjección típica de los amables lugareños/ sucios indígenas :P
***Algunas aclaraciones más:
Simón Andreu participó en los años sesenta en películas experimentales con Vicente Aranda, y en películas de los años del destape, para acabar de padre pescador y conflictivo de Pedro en "Un paso adelante"...aunque también ha sido esbirro de malo de James Bond, que siempre viste más.
Lorenzo Santamaría cantaba aquello de "Para qué no me olvides" , una de esas canciones favoritas de muchas madres sesenteras, ahora sesentonas, y María del Mar Bonet es una de las mejores voces de la Cancó Catalana y formó parte de los Setze Jutges.
*Tras varios intentos frustrados, finalmente me ha estimulado admirar una vez más la capacidad de síntesis de Iñaki y he logrado articular el mapa de mis dudosos gustos musicales. Supongo que esta tarde vendrán Joaquín Luqui y la guardia civil.
1. ¿Qué es para ti la música?
Algo de lo que se acaba notando la ausencia, a veces me siento mal y me doy cuenta de que no he escuchado nada en semanas: es poner un cedé y ver las cosas de otro modo.
2. Tu canción favorita
Una de siempre, In dreams de Roy Orbison, por estar relacionada con la imborrable Terciopelo azul de Lynch y por haber sonado dos veces en uno de los peores momentos de mi vida.
Durante estos meses, me ha gustado mucho Ex-factor de Lauryn Hill, quizá por circunstancias ajenas a la canción, como estar relacionada con felices horas pasadas con el pirata concreto que me pasó el cedé, y porque me recuerda mucho al Groovin de los Rascals, una de esas cosas de la Motown que me envuelven en aquellos veranos que sí me gustaron.
Ahora mismo, vuelvo a escuchar Y sin embargo, uno de mis Sabinas preferidos y ese Out of time de los Stones.
3. Una canción que no soportes:
Pero si este verano sólo me han hecho gracia los rumanos estos que cualquier día les cortan la cabeza y los entierran en un cruce de caminos, pensando que son vampiros, sí, pero de los de Anne Rice
todo lo demás lo podemos incluir tranquilamente en la acepción insoportable.
4. Un solista / cantautor:
Leonard Cohen
5. Una canción suya:
Take this waltz, una canción de ésas en las que se lamenta la ausencia de un merecido videoclip, tan sugerente es.
6. El peor solista / cantautor:
David Civera, es como si Ken estuviese vivo y siguiera siendo de plástico, aparte de lo ridículo de sus temas, en los siempre se ve arrastrado por una femme fatale que por alguna razón, no puedes evitar imaginar como un fornido travelo
7.Un grupo:
The Beatles.
8. Una canción de ese grupo.
Hoy, la melancólica Wait de Rubber Soul, que no es muy conocida, pero está en este álbum, la frontera entre lo que fueron antes y lo que serían después.
9. El peor grupo:
Esas tales Tess: las vi cantando una canción sobre el amor libre en los Cuarenta y quedé estupefacta ante lo que son capaces de colar las discográficas a la peña. Está claro que son para mirarlas y poco más.
10. Un compositor:
Uno de cine, Bernard Hermann, autor de bellezas como la suite de Psicosis o el tema de Vertigo.
11. Un artista español (o hispano)
Andrés Calamaro
12. Un grupo español (o hispano)
Los Rodríguez
13. La mejor canción lenta
Youre my playground love de AIR
14. La mejor canción Pop:
Si tuviera quince años diría Runaround Sue de Dion, más tarde hubiese mencionado joyas como Youre going to loose that girl de los Beatles y ahora no sé , quizá algo español, como una de Fito y Fitipaldis que se me quedó el otro día, que siempre estaban soñando. O incluso El ataque de las chicas cocodrilo de Hombres G, capaz de devolverme por unos minutos al autobús soleado del campamento.
15. La mejor canción del rock:
De momento, una de mis favoritas de los majestuosos Led Zeppelin, Kashmir.
17. La mejor canción dance/electro/nuevas tendencias...
Una debilidad personal de mis añorados Garbage, Temptation waits de ese Version 2.0. que casi todo el mundo parece tener en su casa.
18. La mejor canción instrumental:
Twin Peaks Theme de Angelo Badalamenti
19. Una canción divertida:
Canal 69 de Los Rodríguez.
20. Una canción que no puedes evitar bailar:
Cualquier cosa de swing, curiosamente, -soy una negada total- como por ejemplo, Sing, sing, sing de Louis Prima o You can rock me de Brian Setzer Orchestra.
21. Una canción para conducir
Soy tan hortera y previsible que cuando conduzca acabaré poniendo el Born to be wild de Steppenwolf. O Black Betty sólo porque lo vi en un episodio de Los Simpson.
22. Una canción que te proporciona un bajón anímico
Everlasting de Manic Street Preachers, te hunde en la miseria, pero es una de las canciones más bellas que he escuchado jamás, tanto en fondo como en formas. James Dean Redfield tiene una voz prodigiosa.
23. Una canción que puede alegrarte el día (o la noche)
To the end de Blur. Como echo de menos el Britpop en los pubs.
24.Una versión que te guste más que la canción original.
"This magic moment" de The Drifters por Lou Reed.
25. Una pieza clásica.
La Séptima de Beethoven o Tristán e Isolda de Wagner. No sé si Un bel di vedremo de Madame Butterfly valdría también o no.
26. Las mejores letras:
La letra de Vincent de Don McLean, siempre me ha impresionado. O la oscura sugerencia de Venus in furs de Lou Reed and The Velvet Underground.
27. Las mejores melodías:
Suelen hallarse por los sesenta y setenta, no podría elegir de ningún modo en este caso.
28. La mejor voz masculina:
Sam Cooke o Barry White. En la actualidad, Nick Cave tiene un vozarrón muy personal.
29. La mejor voz femenina
La de Cerys Matthews de Catatonia me gusta mucho. De antes, Sarah Vaughan o Mina. O Julieta Venegas, que es muy característica.
30. La peor voz masculina
Fran Perea y sus gallos de exhibición.
31. La peor voz femenina
Cualquier princesita del pop en directo, quizá la Aguilera no, pero otras sí.
34. Canción de los '90 por excelencia
Girls and boys de Blur estaría bien, al menos en cuánto a uno de los temas de la década, love in the nineties/ is a real paranoia
cómo elección más personal, esa preciosidad de 1979 de los Smashing Pumpkins o ese Disarm que tanto me sigue diciendo.
35. Radio 3, los 40, cadena 100 o cadena Dial?
Seguro que este es el motivo por el que anda este test circulando, así que me niego a contestar, además que escucho la radio que ponen en el autobús o en coches ajenos. Nunca elijo yo.
36. El mejor Unplugged.
Cualquiera que no difiera en exceso del trabajo realizado en estudio
37. El disco perfecto
Forever changes de Love, por ejemplo. Uno de los mejores regalos de cumpleaños que me han hecho nunca.
38. El peor disco que has escuchado
Dile al sol de La Oreja de Van Gogh, una y otra vez en el supermercado y en coches de compañeras del módulo de contabilidad. A día de hoy sigo preguntándome si esas letras tienen algún sentido.
¿Vosotros habéis escuchado lo de Cuéntame al oído/ muy despacio y muy bajito
? ¿alguien sabe de qué va esta canción?
39. Tu mayor desengaño
Tener que reconocer que la música de John es mejor que la de Paul, siempre me parecerá un menosprecio a la por otra parte, interesante y buena música del Beatle más aburguesado.
40. Tu instrumento favorito
El violín.
41. El mejor "solo"
Antes de que los puristas afilen sus púas, vaya por delante que no soy más que una humilde oyente y no sé ni tocar la armónica, pero siempre me ha gustado el sólo de quién sea que toca la guitarra en Alicia (expulsada al país de las maravillas) de Bunbury, si bien quedaría mejor mencionar el solo que se marcan en el clásico We will rock you de Queen.
42. Una estrofa / frase.
On els vells viuen es va aturar el temps
amb el retrat que a la paret penja.
On els vells viuen es va aturar el temps
després que es varen casar aquell diumenge.
La maldita estrofa más emocionante del mundo, de Els vells amants , versión de Serrat de Les vieux amants, creo.
43. Un estribillo:
I Wanna tell you now
Something's gotten hold of my heart
Keeping my soul and my senses apart
Something has invaded my night
Painting my sleep with a colour so bright
Changing the grey, changing the blue
Scarlet for me, scarlet for you
Gene Pitney, Somethings gotten hold of my heart
44. El último CD que te has comprado.
Pequeño de Bunbury, espero que esta vez también conseguiré escapar de la turba furiosa con antorchas
45. El último CD que te has copiado.
Heathen de David Bowie. Asombroso para estos tiempos, tanta coherencia y personalidad en un solo trabajo, y esto cuando debería estar en decadencia. Este hombre siempre logra sorprenderme, a pesar que se reconocen influencias de cuando era joven y cantaba con las Arañas de Marte
46. Tu primer disco
Esto ya fue respondido en este blog, y ampliamente, además.
47. El mejor concierto.
Nunca he ido a un concierto de nadie en especial, todo el que me interesaría ya está muerto o retirado.
48. ¿De quién tienes más discos / CDs /? ¿Cuántos?
De los Beatles, diez.
49. El último gran descubrimiento que has hecho.
El otro día me bajé Tatuaje de Concha Piquer. Siempre me ha gustado el cuento , y el otro día descubrí que las otras dos coplas que más me gustan, Pena, penita, pena y Ojos verdes habían sido escritas por la misma persona, Rafael de León.
50. Qué artista te gustaría ser?
Mina, enigmática voz sobrenatural oculta en Suiza después de decir que no jugaba más en Italia
51. Qué escuchas ahora mismo?
Nada, es un poco tarde. Pero escucharía Plus bleu que le bleu de tes yeux cantada a dúo por Edith Piaf y Jacques Brel, dos monstruos de la chanson.
52. Canción del día.
Contigo soy feliz de Nino Bravo, redescubrimiento inducido por la maligna publicidad nuestra de cada día. Así más frívolo también me gusta como en sus canciones más dramáticas tipo la muy sobada Libre o Cartas amarillas.
53. Un disco que te quieras comprar.
Tendría que ir a mirar, pero había estado pensando en alguna cosa de los noventa que me hubiese perdido. O incluso Radical Sonora
:P
54. Un disco que nunca escucharías.
Cualquiera que me parezca sospechosamente prefabricado y del que me hayan sido incrustadas varias muestras en el cerebro a base de machacarme con ellas en cualquier espacio más o menos orientado a la compraventa.
55. Portada de álbum preferida.
No tengo ninguna favorita en especial, a mí lo que me interesa es lo de dentro. Estaba bien aquel último disco de Garbage en forma de rosa, sin embargo.
56. Portada de álbum monumento al mal gusto.
Un recopilatorio titulado Qué morro, que tengo en vinilo: tengo algunos, en formatos varios, sobre todo casette, de cuando era adolescente
la foto de la chica disfrazada de cerdo es casi dañina.
57. Álbum que te compraste por una canción y que te encantó.
Azul de Elefantes. Estos tipos acabarán por ser mejores que su mentor
58. Álbum que te compraste por una canción y te decepcionó.
Nunca les perdonaré: me compré la banda sonora de Dirty Dancing por esa obra maestra de Phil Spector y su wall of sound, el Be my baby de las Ronettes, y me tuve que tragar un musical nauseabundo, ambientado en unos sesenta más falsos que mi disfraz de extraterrestre de séptimo. Tenía catorce años, pero ya sabía lo que era un Minnelli y no me la dieron.
59. Album que compraste hace años y te avergüenzas de tener en la colección.
A veces me despierto en medio de la noche, preguntándome si en verdad hice desaparecer todas esas nefandas cintas de de Phil Collins
en mi fuero interno, quiero creer que jamás las compré.
60. Mejor videoclip.
Seamos serios: se impondría un test sobre videoclips. Así a bote pronto, Blue jean de David Bowie, No more lonely nights de Paul McCartney, Express yourself de Madonna o ese magnífico y morboso a más no poder Where the wild roses grow con Nick Cave y Kylie Minogue.
61. Peor videoclip.
Todos los de la Merche esta que canta Abre tu mente: cutres y pringosos como la peor de las fotonovelas. Es peor que una de esas coproducciones desangeladas entre Mónaco y cualquier otro país insípido lleno de pijos aburridos.
62. Artista más atractivo y más atractiva.
Por alguna razón, no suelen atraerme los músicos en especial, pero siempre me gustaron los ojos de loco de Eddie Vedder de Pearl Jam, por no hablar de cuando me enamoré absurdamente de un jovencito Paul McCartney en blanco y negro, saltando sobre una maleta en el documental de ocho horas sobre los Beatles que me tragué en una tarde ociosa
En cuánto a las tías, que canten bien y sean más o menos atractivas, la cantante de Texas, Sharleen Spitteri, sería un buen ejemplo. Las francesas de los sesenta como Françoise Hardy también eran muy monas.
63. Una canción con la que te identifiques.
Shes a mistery to me de Roy Orbison.
64. Numero de discos,cds, cintas (aproximado, no hace falta que los cuentes)
Aproximadamente unos cincuenta y pocos cedés. Unos diez o quince vinilos de lo más sorprendente, e infinidad de cintas de cuando era pobre en serio.
65. Que harías sin música?
Me resulta difícil de imaginar, es como cuando Marlee Matlin describe la sordera en Hijos de un dios menor, supongo que sería como estar todo el día bajo el agua.
Hace un par de días, el destino me brindó la oportunidad de realizar un post sobre autobuses y la problemática derivada de la confrontación entre conductor y pasajeros, a imagen y semejanza de Irene: por si esto no fuera suficiente motivo de regocijo, llegué tarde al trabajo, lástima que de aquella utópica media hora con la que me atreví a fantasear al ver lo feo que se ponía el tema, sólo pudiese arañar unos míseros cinco minutos.
Cómo ya he apuntado en otras ocasiones, la línea interurbana -la llamaremos así- que une el puerto y adyacentes con lo que es el pueblo, a un escaso kilómetro de lo que los ingleses denominan como New Town, deja mucho que desear, sobre todo por tratarse de un monopolio, y no haber ninguna otra compañía que se encargue del transporte y genere una sana competencia, problema endémico de Mallorca, debido a lo limitado del territorio y su carácter de Scalextric en el que unos pocos se reparten el pastel.
Era día de mercado y por tanto, tuve que prestar aún más atención para colocarme en el punto estratégico de la acera que me permite colarme antes que todos los guiris e incluso sentarme, ya que no tengo porque dejar sentarse a quién va a poder hacerlo cuando quiera en cuánto llegue a su hotel. Bueno, a veces soy una blandurria y el otro día dejé sentarse a una señora con muletas, porque es que no se levantó ninguno de sus queridos compatriotas...
Todo empezó en la primera parada del puerto, porque un alemán que sabía español se subió por la puerta de atrás y empezó a vociferar que él no pagaba porque habían pasado seis autobuses sin pararse, que si era un abuso...entonces el chófer montó en cólera, paró él motor y se encaró con el germano, que continuaba con su discurso en un aceptable español, mientras otro alemán intentaba calmarle y la mayoría británica se partía de risa, no quiero pensar qué habría podido ocurrir si el tipo hubiera sido hijo de la Pérfida Albión.
De todas formas, el pobre hombre, seguramente tan harto como yo o más de tener que lidiar con europeos petulantes que en su país no son precisamente alguien y que nos toman por los esclavos de su plantación, se puso a glosar todas sus frustraciones, mientras las trabajadoras de delante le decían que llamase ya a la policía, perlas negras tales como: "Si es que sois unos animales, no tenéis paciencia, si tenéis todo el tiempo del mundo, estáis de holidays, coño, aquí hay gente que trabaja", "Tú no vieneh conmigo porque ereh un imbécil" - el guiri respondió que si "Usted es un cabrón"- "no vas a ser el primero que tenga problemah, voy a llamar a los municipales y te van a pedir daños y prejuicios"...en su defensa, aunque no fuera muy justo lo que hizo, he de decir que siempre deja subir antes a quién ve con uniforme, cosa que me parece muy lícita, teniendo en cuenta la prepotencia y el vandalismo de tantos turistas que se creen que aquí todo está permitido. Un pequeño correctivo de vez en cuando no les va a sentar mal.
Al final la policía no hizo acto de presencia, pues el guiri se fue apagando y acabó por claudicar mascullando entre dientes, y fue una suerte: si nos tienen que condenar por prejuicios, todo el autobús y parte de los que se quedaron en tierra se van directos al cuartelillo, como el recepcionista rijoso que salió el otro día en el periódico, detenido por hacer fotos a clientas en la ducha por el ventanuco del cuarto de baño, lástima que una notó el fogonazo y se le acabaron al hombre los ingresos extra, si cuando yo digo que nos tendrían que pagar el doble, por los seis meses que nos martirizan, no lo digo por decir...algo casi tan grotesco y entrañablemente enfermizo como la pelea que se narraba en la misma página de sucesos, justo encima de esta ingeniosa muestra de pluriempleo, ocurrida en Calas de Mallorca; resulta que unos españoles y unos franceses recordaron viejas rencillas napoleónicas y los primeros acabaron por ir a buscar una barra de hierro de esas que todo el mundo tiene en casa, utensilio doméstico que acabó en manos de los gabachos y en la cabeza de uno de los nuestros, además al cachondeo acabó uniéndose un hijo de la Gran Bretaña que usaba su casco de moto como arma.
Si ya lo dice el Chivi, que siga el carnaval/que siga el mogollón...propongo que cambien ya "La Balanguera" por "Visite nuestro hotel", que nos lo hemos ganado a pulso.
Stephanie Says
Stephanie says that she wants to know
Why she's given half her life, to people she hates now
Stephanie says when answering the phone
What country shall I say is calling from across the world
But she's not afraid to die, the people all call her Alaska
Between worlds so the people ask her 'cause it's all in her mind
It's all in her mind
Stephanie says that she wants to know
Why it is thought she's the door She can't be the room
Stephanie says but doesn't hang up the phone
What sea shell sea is calling from across the world
But she's not afraid to die, the people all call her Alaska
Between worlds so the people ask her 'cause it's all in her mind
It's all in her mind
She asks you is it good or bad
It's such an icy feeling it's so cold in Alaska,
it's so cold in Alaska, it's so cold in Alaska
Ese indefinido espíritu entre la melancolía y cierta resignación no del todo asumida que caracteriza el mundo personal de Wes Anderson, patente ya en "Academia Rushmore", es en este film menos evidente, pero igualmente eficaz. Más que hablar sobre perdedores, nos cuenta la historia de unos fracasados relativos, es decir, fracasados en cuánto a las expectativas de otros o según el enfoque del que contempla sus perturbadas existencias desde fuera. Pero en realidad podríamos estar contemplando unas vidas interesantísimas, desde otro enfoque más optimista podrían ser triunfadores, aunque sólo fuera por encontrar un camino adecuado o aceptarse a si mismos tal cual son. Lo dejo a gusto del consumidor.
Se ha dicho que el director se inspiró en la familia Glass de J.D. Salinger a la hora de crear sus Tenenbaums: como admiradora de ambos artistas, tengo una puntualización que hacer en cuánto a este tema. Si bien es cierto que los personajes de Anderson comparten su rara inteligencia con Franny, Seymour o Zoe Glass, difieren de estos en muchos aspectos; mientras que los primeros resultan indiferentes a la realidad circundante, un poco por encima de los acontecimientos incluso, los segundos son mucho más vehementes y les preocupa bastante su alrededor, están bastante más enfadados con el mundo que cualquier Tenenbaum. Y esa sería sólo una de las diferencias.
Como es de suponer, lo más sobresaliente de este film son los personajes, todos de arrolladora personalidad y que más vale no describir porque me vería obligada a spoilear bastante los acontecimientos: sólo decir que el trabajo de todos los intérpretes es admirable, Gwyneth Paltrow resulta hasta sorprendente y Bill Murray demuestra una vez más que vale mucho más la pena de lo que se ha considerado. En cuánto a Gene Hackman y Anjelica Huston, magníficos ambos como corresponde a su talla . Ben Stiller está muy contenido en su dramático papel y Danny Glover está muy bien en un secundario fuera de lo habitual. Los hermanos Wilson demuestran ser muy inteligentes y especiales, tanto como el propio Anderson, al que conocen desde hace tiempo al ser colaboradores suyos. No se les debería perder la pista.
Cómo un Greenaway pop mucho más accesible, el cineasta compone cada escena con mimo, siendo muy importante tanto lo que ocurre en un primer plano como en puntos más alejados de la escena. Cada detalle del escenario, especialmente en cuánto al vestuario y los habitáculos de cada uno, ayuda a la caracterización de los personajes. Y si no veáse el piso de soltero de Eli Cash como ejemplo más que ilustrativo. La exquisita selección musical también ayuda lo suyo. Siempre me ha gustado "Stephanie Says" y ahora más, me arrepiento de no haberme comprado la banda sonora por la mañana, no hice caso de esa intuición.
Por encima de todo, más allá de consideraciones técnicas sobre si será videoclipera y televisiva en ocasiones- deliciosamente, diría yo- se cuenta una preciosa historia mediante diálogos lacónicos que expresan más de lo que realmente dicen y la narración en off, -a cargo de Alec Baldwin en la versión original- utilizando una estructura burlonamente literaria, pasando los fotogramas uno a uno y la composición del decorado y otros elementos ya mencionada, contribuyendo a la creación de una atmosfera de cálida frialdad, en la que la procesión va por dentro.
Ha vuelto a suceder: viendo la película te invade una cierta tristeza y más tarde se recuerda como si fuera muy graciosa. No me cabe duda de que nos hallamos ante un talento muy especial. Suerte, Wes.
Eso es lo que escribí en su día de esta película en el correspondiente foro de cine, cuando escribía en tres, concretamente. Esta tarde me he encontrado con que Adrián decía de ese comediante genial, Owen Wilson, que estaba bien en todos los papeles, excepto en esta película "que no hay Dios que la salve"...pero eso era de esperar, ese tío, exista o no, ni siquiera tiene weblog :P
Sé de más gente a la que el universo troquelado de Wes Anderson irrita sobremanera, aunque no entiendo por qué será eso, no es que tenga puntos de fricción evidentes como pueda pasar con Cronenberg o Lynch, que siempre tienen que hacer la gamberrada que provoque la estampida de media sala; pienso que será más bien una de esas veces en las que lo que para uno son virtudes para el otro son defectos, es frecuente que se produzcan opiniones encontradas cuando las características del autor de la obra son marcada y obsesivamente personales.
El caso es que esta tarde me he puesto a revisar "The Royal Tenenbaums" -la he visto en V.O. y sin subtítulos, la grabé así por error- , hacía demasiado tiempo que la había visto, primero cuando estaban a punto de quitarla, en el cine y luego en vídeo en mi casa, que la traje para que la viese mi hermana, sabía que le gustaría y así fue.
Recuerdo muy bien que fui a verla en un cine que no pisaba desde que era pequeña, y que había estado buscando sin sospechar jamás que nada más entrar en la sala ese día me encontraría con una de las primeras veces que me llevaron al cine, cuando aún había programas dobles, ahí vi nada menos que "El Mago de Oz" mutilada, hasta tengo memoria de la charla previa de mi padre sobre el caballo que cambiaba de color...pues aquella sala no había cambiado desde entonces, aún conservaba la decoración de los años setenta que en aquellos tiempos ya estaba desfasada, así que era el cine perfecto para ver los Tenenbaums, no existía un sitio mejor en todo el mundo. A veces pienso que nunca salí del todo de esa película, por esa pintoresca circunstancia y lo conmovedora y tierna que me pareció, que a la señora que me preguntó que si me había gustado le dije alguna barbaridad seguramente, ya que sólo recuerdo su cara de alucine...
Lo peor es que ha vuelto a ser toda una experiencia, aparte de lo mucho que me he divertido entendiéndoles y sorprendiéndome una vez más de la forma más absurda por ello, como si eso no fuera conmigo. Otra vez he pensado que dentro de las películas de familias disfuncionales que tanto me gustan, es de mis favoritas, junto con "American Beauty" y "El turista accidental", si bien es mucho más ingenua que estas dos obras, sobre todo en el el caso de la primera.
Hace relativamente poco tuve ocasión de ver el primer trabajo del director de este film, una noche de madrugada, "Bottle Rocket", y allí ya se hallaban ya todas las constantes que me deleitarían en el futuro, hermanos Wilson incluidos: si hay otra que me gustaría revisar es la sorpresiva "Academia Rushmore", que sea muy probablemente una de las mejores películas de instituto que he visto en la vida: la historia de un friki de lo social con peligrosas tendencias fabuladoras que en esta vida sólo aspira a organizarlo todo en su centro de estudios y a adaptar "Serpico" (!) como obra escolar, no puede ser otra cosa. Y encima Bill Murray como director de escuela irresponsable...espero que un día mi hermano olvide su gran vida social para instalarme el dvd.
En esta opera prima también existían referencias a Salinger, sobre todo al indeciso Holden Caulfield de "El guardián entre el centeno": cuando el protagonista se va al colegio a hablar con su hermana, recordé súbitamente la conversación final que tienen Holden y la suya en el museo de Historia Natural de Nueva York, casi al final de la novela, un museo que también sale en "The Royal Tenenbaums", cuando en el prólogo, Richie y Margot se van de acampada al mismo y no invitan a Eli, para variar.
En resumen, me atrevería a decir que Salinger y Anderson me gustan por el mismo motivo, por promover una manera diferente de vivir, dejando de lado la competición continua a la que nos vemos cada vez más expuestos: como perdedora relativa convencida, confieso que todo este blog está hecho por la Señora Gorda...
Tal que así me voy a llegar por la Albufera hasta el curro, a este paso...
Al final, en vista de la sesión continua de impotencia y desasosiego a la que sigo siendo sometida desde el principio de esta temporada infernal, y por lo que me queda en el convento, he preferido escribir uno de mis posts de desahogo, a ver si así evito algún tipo de explosión de carácter en alguna de las pocas semanas de suplicio que me quedan...no puedo garantizarlo, pero se va a intentar.
En mi de por sí tensionada y conflictiva escena laboral de estos meses ha habido un personajillo especialmente molesto: un cubano esbirro de la Stalinova que en un episodio más del Síndrome de Starling* que viene aquejándome desde la post-adolescencia más o menos, me ha estado acosando en broma, cosa que hace que todos me digan aquello tan bonito de pero si sólo son bromas...
Quizá habría valido la pena que cierta persona hubiera tenido unas palabras con él, pero me gustaría poder defenderme sola, y no parece que eso sea posible, ya que se empeñan en que nadie me está molestando, pero yo no lo siento así, pienso que se me está faltando al respeto y que se está comprometiendo mi honor, incluso, veo oscuras intenciones en este mono de feria enjoyado, cumpliendo tristemente uno a uno los peores tópicos sobre los sudamericanos, a fuerza de intentar seguir siendo el adolescente que hace mucho tiempo que dejó de ser y prorrumpir en melosidades y bromas pesadas sin gracia, pensando infantilmente que con la insistencia recalcitrante va a conseguir algo.
Lo peor de todo esto es que no sé como defenderme, he intentando ser ofensiva, por ejemplo, una vez que me dijo que le dolía el corazón porque no quise comerme una de sus indigestas cenas llenas de cebolla y chorradas -no sabe cocinar, es más , empiezo a pensar que no había sido camarero antes- yo le contesté que eso era porque se acercaba a los cuarenta...pero ni por ésas. Lo interpreta todo a su manera y no sirve de nada ignorarle, tampoco, acaba por volver a las andadas.
Temo acabar haciendo algo drástico o acabar recurriendo a la violencia, últimamente trata de cogerme del brazo, algo que me horroriza, porque es que no quiero que me toque, no confío en esta persona, por ser amiga de esa miserable que tenemos por superior y a veces intuyo que quizá tratan de propiciar algo, quizá pretendan que sufra algún tipo de agresión sexual, como culminación de la insostenible situación de mobbing que vengo sufriendo. Quizá sea una locura tener que llegar a pensar esto, quizá esté rebasando los dudosos límites de mi propia paranoia y les atribuya una maldad excesiva, pero quién sabe, no podemos estar seguras, visto lo visto...he pensado que podría ir a algún bar cercano a buscarme los cafés, pero lo veo inviable, y debo decir que el resto de integrantes de la barra procuran decirle que me deje en paz y están en contra de su Fidel particular: resulta que son de Comisiones Obreras y no tienen mejor opinión del bufón de la Reina de Corazones que yo misma, también irían a su casa para ponerle todas las cadenas de oro que le queden en el cajón y ver como se hunde en la piscina bajo el peso de la santería y la superstición...si ir más lejos, y sabiéndole su informador, tanto el barman como la cocinera se atrevieron a decir en su presencia que una era una inepta y la otra su perrito faldero, gran verdad dónde las haya.
Por otro lado, está lo de mi madre: si el otro día se me saltaron las lágrimas porque me contó cómo nadie la ayudó a sacar las cosas de la clase, -al final tuvieron que ir ella y mi padre con el coche- pero no dudaron en ayudar a la soplapollas que siempre había querido quitarle el sitio a poner las suyas...lo peor fue que señalara todos aquellos libros y cuadernos y dijera que eso era toda su vida.
No he visto esa escena y no puedo olvidarla, y no sé aún cuál será mi reacción cuando vea a esa pija rubia por la calle. No respondo de mí, si bien espero poder contenerme y espetarle solamente que un día de estos la renovarán a ella, y que me sentaré a verlo con galletitas de limón...si en estos años que le quedan a mi madre le hacéis más daño, no dudaré en hacer todo lo posible para que cierren el colegio en cuánto ella se jubile, así tenga que llamar a una inspección de trabajo de Plutón.
Ojalá pudiera sacarla a ella del colegio como ha hecho hace poco una amiga nuestra, mía y de mi amiga del pueblo, con su hija: al parecer la pobre niña siempre estaba sola en el patio, y nadie la invitaba a cumpleaños y similares porque no tenía dinero y era hija de divorciados: se trata de una niña encantadora que una aburrida tarde que pasé en casa de su madre mientras ella y mi amiga hablaban, se trajo un tres en raya y me dijo "Nosotras jugaremos a esto"...me alegro mucho de que hayan salvado a esta niña de los once años que pasé yo sola en el recreo por el mismo motivo; mi madre dijo el otro día por primera vez que debió cambiarme de colegio entonces, a mí y a los demás.
Tanta inconsciencia me enerva, no entiendo como es posible que un trabajo sea motivo para que las personas se conviertan en demonios, en monstruos capaces de cualquier cosa, y encima luego vivan tranquilos: a mí no me convence eso de que en realidad no es así, pocas veces he logrado tragarme esa evidente patraña. No sólo eso, sino que encima creen justo haber pisado las cabezas que han pisado, no sé entonces qué te queda como no sea quemarles el coche, matar a sus hijos etc. etc. siguiendo la máxima de yo no seré feliz, pero vosotros tampoco...
Quízá ahora que las verdades salen a la luz -esta mañana mi madre ha dejado de hablarse para siempre con una compañera suya que nos había puteado desde siempre, y encima haciéndose la ofendida- vivamos mejor, aunque es muy posible que acabe siendo en lugares distintos.
Creo que vamos a vivir tiempos interesantes.
*Síndrome de Starling: definición de la situación por la cual en numerosas ocasiones me veo acosada por tipos asquerosos que no sé que coño ven en mí, puesto que nada veo yo en ellos...
Está probado que los elefantes de Aníbal se detuvieron a beber y triscar en las riberas del Besós o del Llobregat camino de los Alpes, donde el frío y el terreno accidentado los diezmarían. Los primeros barceloneses quedaron maravillados a la vista de aquellos animales. Hay que ver que colmillos, qué orejas, qué trompa o proboscis, se decían.
Eduardo Mendoza, "La ciudad de los prodigios"
Esta mañana, aprovechando que uno de mis despistes me ha llevado a comenzar el turno partido una hora más tarde de lo acostumbrado, me he acercado a la biblioteca para recoger este libro: en el viaje en autobús me he leído unas treinta páginas, hasta llegar al momento en el que Onofre Bouvila es reclutado por una anarquista solapada, explotada por sus propios familiares en una pensión de mala muerte. Tenía curiosidad por leer algo de este escritor, como de casi todos, y siempre se me habían resistido las oportunidades, aparte de algún motivo personal e intransferible que incidiría directamente en la elección de la cita de más arriba, que contiene una curiosa casualidad -en la primera página, nada menos- alusiva a quién inspiró ese factor concreto.
He de reconocer que desde que trabajo estoy mucho menos en contacto con la ficción, y así como no ver películas o series no me resulta demasiado duro, el saber que no estoy leyendo nada es algo que me inquieta sobremanera: es por ello que decidí ponerle remedio y a pesar de todo lo que tengo sin desenvolver, me fui a la biblioteca, logrando que me trajeran este Mendoza desde otra biblioteca de la isla, pues los tenían todos menos éste...además, he recuperado el Pahlaniuk que no pude terminar hace meses, "Nana", y he añadido "Nada" de Carmen Laforet , más un libro de ensayos sobre la literatura de Muñoz Molina, "Pura alegría".
Esto forma parte de mi plan maestro para distraerme de existencialismos, incertidumbres y nostalgias, ahora que se acerca el final del verano y poco a poco vuelve mi estación favorita, en la que me siento más a gusto, aunque no sé si va a resultar...desde hace un tiempo vivo en una constante zozobra del espíritu, perdida en un entorno ya no extraño, sino abiertamente hostil, enfrentada con todo y con todos. Cada nueva estupidez de la arpía y su perrito faldero en el hotel, cada mención a ese año que viene en el que todos esos canallas retrógrados se las prometen tan felices, intentando retenerme en esta roca yerma, es un empujón más a subirse al caballo de una vez, y marcharse galopando contra la puesta de sol, con aquel fabuloso tema que Jerome Moross compuso para "Horizontes de grandeza" de fondo, ese que sugiere espacios abiertos...
Esta vez los libros no serán suficiente, sheriff. Habrá que hacer algo más, como tomar una decisión en firme y llevarla a cabo más o menos, teniendo en cuenta los obstáculos del camino, que ya se van perfilando.
Esto va en serio.
Aviat va arribar el fill de la senyora Ferguson. Per la edat que tenia era alt: cosa de metre vuitanta y amb músculs com si treballés al port. No sassemblava de res a sa mare. No era tan sols el color fosc; tenia ben definits els trets, i tenia una estructura òssia ben precisa: son pare devia ser un home ben plantat. I, a diferència de la senyora Ferguson, els seus ulls maragda no eren toixos guixots de tebeo, sinó ametllats i mesquins, eren armes, bales que apuntaven amenaçadorament, a punt dexplotar. No gaire anys més tard, no em va sorprendre gens quan vaig sentir a dir que havia comès un assassinat doble, a Houston, i que havia mort a la cadira elèctrica, a la presó estatal de Texas.
Feia goig, vestit com els impetuosos pinxos adults que es passaven el temps gandulejant pels antres de la zona del port: barret de palla, sabates de dos colors, un estret vestit blanc de lli, llantiat , que algun home molt més prim li devia haver donat. Un cigar impressionant li sobressortia de la butxaca del mocador, un Havana Castle Morro, un cigar per entesos que els senyors del Garden District servien junt amb labsenta i el gerd de sobretaula. Skeeter Ferguson va encendre el cigar amb la espectacularitat dun gàngster de pel.lícula, va fer un impecable anell de fum, mel va bufar a la cara i va dir:
-Vinc a buscarte.
*Música per cameleons , Enlluernament, Truman Capote, en no menys enlluernadora traducció de Quim Monzó, d aquell inolvidable volum groc llimona de Quaderns Crema que malauradament, ja no es troba a la biblioteca del poble.
Pronto llegó el hijo de la señora Ferguson. Era alto para su edad, cerca de un metro ochenta, y tan musculoso como un descargador de muelle. No se parecía a su madre en absoluto. No era sólo por su color oscuro; tenía los rasgos finamente dibujados y un físico bien proporcionado: su padre debió ser un hombre guapo. Y, a diferencia de la señora Ferguson, sus ojos de color esmeralda no eran como inexpresivos globos de tebeo, sino estrechos y mezquinos, armas, balas amenazadoramente apuntadas y prestas a estallar. No me sorprendí cuando, no muchos años después, oí que había cometido un doble asesinato en Houston y que había muerto en la silla eléctrica del penal del estado de Tejas.
Estaba elegante, vestido como los impetuosos rufianes adultos que haraganeaban por los locales de la zona portuaria: sombrero jipijapa, zapatos de dos tonos, un estrecho traje blanco de lino, con manchas, que debía de haberle regalado un hombre más delgado que él. Un cigarro impresionante sobresalía del bolsillo superior de su chaqueta: un Havana Castle Morro, el puro del connoisseur que se servía a los caballeros del Garden District con el ajenjo y la frambuesa de después de la cena. Skeeter Ferguson encendió su puro con la teatralidad de un gángster de película, realizó un impecable anillo de humo y, lanzándomelo directamente a la cara, dijo:
-He venido a buscarte.
Música para camaleones, Deslumbramiento, Truman Capote, en una no tan deslumbrante traducción de Benito Gómez Ibáñez, cortesía del Círculo de Masones Bibliófilos.
La primera traducción es la que queda: confieso que siento que poseo más ese primer volumen poderosamente amarillo de Quaderns Crema en cuya portada se dibujaba la curvilínea silueta del hombre de Michelin, que no el que realmente se halla en mi bilioteca, que ni de lejos he releído hasta el punto de que forme parte de mí y la evocación de sus pasajes sea casi como un proceso corporal más. Comparando estas dos descripciones, aún en los dos idiomas distintos que comparten mi mente, comprendo aquello que leí tantas veces sobre que si una traslación es literal, no será bella y si lo es , puede que no sea tan leal al autor como cabría esperar.
Decía Capote en el prefacio de este libro de relatos que cuando escribía sentía que lo iluminaba un sol invisible, pero también que cuando te entregan un don, también te entregan un látigo si fuera por ese astro inadvertido, yo estaría negra hasta en diciembre, pero aún no he llegado a la parte sadomasoquista, no sé si porque creo saber que no soy sino una más del menguante número de personas que redactan más o menos bien, o porque no quiero saber si soy o no capaz de dar el paso desde la marcada afición, casi necesidad perentoria, hasta el control y la disciplina, a la oportunidad de crear mundos y personajes, a convertirse en un genuino cuentacuentos.
Mientras tanto continuo leyendo, aunque mucho menos que en épocas anteriores de mi vida, más ociosas y solitarias, si bien el entregar parte de mi tiempo a la maquinaria capitalista ha revertido en la progresiva adquisición de una creciente biblioteca personal, en la que este autor es uno de los más representados: aparte de la música para los bichejos caleidoscópicos, no dudé en comprarme la imprescindible Desayuno en Tiffanys, la singular El arpa de hierba, o la colosal A sangre fría , pero como estos relatos nada. El señor Jones y sus ojos brillantes y azules como los de un pavo real, el saber que a los martinis les llaman balas de plata Truman, la culpa es tuya, no de la publicidad-, la anciana que era inteligente porque leía a Mark Twain y tenía unas peculiares provisiones en su congelador, la apasionante intriga de los ataúdes tallados a mano, una asistenta diciéndonos que recemos por todas las almas perdidas en la oscuridad o los jardines ocultos de Nueva Orleans que veré algún día antes de morir.
Y maravilla entre maravillas, Deslumbramiento, el relato de una infancia con final sorpresa del que procede esta descripción: creo que pocos viajes iniciáticos me han fascinado de este modo, cosas como la complejidad y la extensión de un sentimiento de culpa, asemejadas a las facetas de la gema falsa robada que alimenta esa culpabilidad, una comparación que bien podría ser objeto de una metáfora a su vez, presentándola como una de las facetas que conforman este diamante pulido cuyo sólo tallaje casi enamora, toda una vida deseando saber qué clase de ojos eran esos del impetuoso chulo que viene a turbar al trasunto del pequeño Capote, que sólo podían existir en la ficción.
Hace unos meses, sin casi advertirlo, Skeeter Ferguson vino a buscarme: no fuma, no lleva un traje blanco de lino y sombrero panamá, pero sí tiene una mirada que amenaza con traspasarte y dejarte suspendida entre el verde y el azul, ahora sé que significa estar a punto de estallar. Tardó meses en hacerlo, hizo varios viajes hasta que se fue llevando toda la María Francisca enterita a esos jardines en los que nos demoramos tan felizmente.
Desde ese rapto lento e inexorable, todas las horas llevan un fondo de incertidumbre y la espera de algo mejor se ha convertido en mi estado habitual; si antes tenía media en otro lado, ahora la única diferencia es que sé exactamente dónde se me va la cabeza, la granuja tiene un abono para ese lugar en el que siempre es abril, y no existen las despedidas ni la melancolía, quizá solo la justa porque es lo bonito.
Allí también existen espesuras de realidad cuyas frondas apenas aciertan a traspasar los rayos del sol invisible, y a veces eso hace que perdamos de vista el camino a seguir, pero has de saber, querido Isabelo Ferguson, que no dudaré en venir a buscarte si eso sucede, porque yo sólo quiero esperar contigo.
Eso sí que era un pueblo interesante, cómo no, de ficción, por supuesto.
Ayer no sabía si tenía o no día libre, puesto que nadie ha tocado ni un segundo del horario colgado en la pared, pero me lo he tomado de todos modos: al fin y al cabo sé que por ley me corresponden dos y que se supone que el otro lo hago porque "quiero"...aparte, harta estoy yo de empresarios, jefes y compañeros serviles y no sólo de los míos, que a mi madre este año le han quitado la tutoría de su clase porque "es vieja" y "quedaba mal"; que los niños aprendieran con ella y que haya enseñado a medio pueblo a leer y escribir no cuenta para nada por lo visto, es mucho más importante que tiene cincuenta y siete años y los aparenta. Qué hay que renovarse le dijo la monja...odio ese colegio, no soporto que la mayoría del tiempo mi familia haya dependido de esos pingüinos inmisericordes para sobrevivir, y saber que siguen discriminando a cualquier niño que tenga menos dinero, como es tradición en ese antro de pijos de medio pelo.
Me acuerdo perfectamente de lo poco que me costó identificar a los niños tristes cuando fui de prácticas de Magisterio y aunque en parte tomé la decisión de dejar la carrera por la dureza emocional de ese trabajo -cada día me quedaba sin voz y a veces volvía temblando a casa- , otro factor a considerar fue recordar cómo nos trataron a mis hermanos y a mí mientras fuimos alumnos, cuántas maniobras contra nosotros, cómo casi destruyeron por completo mi autoestima provocando situaciones en las que mi clase de estúpidos se me ponía en contra, cómo intentaron suspender a mi hermano de inglés injustamente o cómo humillaron a mi hermana por robar una chocolatina en un estanco.
Y todo porque una imbécil cuyo único título es el de perito comercial tenía miedo de alguien titulado oficialmente para dar clase. Y lo más gracioso es que tiene tierras y no tendría porqué trabajar....
Después de saber de historias como la del empleado con síndrome de Down de cierto banco muy renombrado en las Islas al que sus compañeros quemaban con sus cigarrillos en el brazo para que dejara el libre el puesto para alguien normal, me pregunto hasta dónde se supone que hay que llegar para conservar un trabajo, si realmente vale la pena aguantar según qué cosas y cómo podrían seguir considerándose personas los que le hacen eso a alguien qué es como un niño indefenso, es una historia que me impactó mucho en su día y la he estado recordando en estos días negros y pegajosos que he pasado, invadida por la impotencia y el deseo de venganza.
En realidad, me fui hasta el colegio de mi madre, llegando hasta la misma puerta, con la intención de coger de la toca a ese demonio investido de poder por la inconsciencia de la Iglesia Católica y decirle lo que pensaba de ella y de su extraño concepto de las virtudes cristianas, pero estaba cerrado....de todas formas, hubiera sido una tontería, no voy a hacer que despidan a mi madre de una forma tan estúpida y Pakito tiene razón: mamá estará más tranquila haciendo asignaturas sueltas, sustituciones o atención particular a alumnos atrasados.
En realidad, esa entrañable escena de Twin Peaks no hace referencia a estos hechos, pero son los antecedentes directos de la melancolía que me sigue embargando en cierto modo, aún después de dormir toda la mañana, y después de haber dado un paseo hasta el puerto, siendo más consciente que nunca de que iba sola, de que el trozo de tarta de fresa para acompañar el café en el 1919 era demasiado grande y que no me divertía estar imitando las costumbres del agente Cooper en ese momento, porque este ya no es mi pueblo ni deseo yo tal atrocidad, el desánimo y la nostalgia constituyen la única realidad tangible en este verano sin final, y encima van y ponen los Bee Gees...
Quizá esta noche aparezca un anillo en mi mesilla, quien sabe. Uno para irse a Cicely o a un lugar dónde existan más marujas aparte de mí que laven los platos con un recopilatorio de Faith No More de fondo.