La Luna de Valencia

BAD CASE OF LOVING YOU

Pues se nos ha muerto el hombre, ya ves. Uno de los mitos menores de mi adolescencia va y desaparece de una forma tan repentina como desafortunada, justo cuando estaba a puntito de sacar disco nuevo y regresar del olvido: uno de esos polvorientos vinilos prehistóricos comprados cuando era una quinceañera internada en un colegio de monjas es precisamente un grandes éxitos de su etapa no sé si ya ochentera, con una ilustración trasera muy casquivana para los nacionalcatólicos límites de mi señora madre, a la que recuerdo afeándome la conducta y diciéndome "Nina, no compris això/Niña, no compres esto." :P

Del señor Robert Palmer siempre aprecié su frenesí y su energía, en composiciones como la célebre Simply irresistible o la que da título a este post, una de mis favoritas de entre las suyas, junto con Some guys have all the luck y la preciosa She makes my day, en la que salía en el videoclip rodeado de violines; ésta no sé si sería una versión de uno de esos clásicos semidesconocidos de soul. Lo que sí puedo asegurar es que me gustaba mucho, que tengo pena de tenerla sólo en una de mis gastadas y obsoletas cintas de casette.

Y aunque esté feo decirlo en su entierro, me gustaba él, me parecía muy atractivo, sobre todo por esa mirada tan especial. Quizá sea un buena ocasión para conocerle más a fondo, y recuperar esas canciones y otras que pasamos de escuchar en su momento.

Hoy quisiera explicar algo más, pero aún tengo muy confuso cómo expresar los pensamientos de esta tarde, que he ido arrastrando durante toda la semana. Quizá mañana os encontréis con un añadido, quizá no.

ACOSO HORTAL

Sin amantes/ esta vida es inmoral

Raffaella Carrá, sus razones tendrá :P

Os juro y perjuro por lo más oscuro que lo que me dispongo a postear a continuación es el relato verídico de hasta dónde puede llegar el atrevimiento de un grupo de tíos cuando vuelven a sus tiempos de octavo de EGB: lo que hacen el tedio y la falta de clientela solvente que no pida patatas fritas entre veinticinco.

Ayer mismo, en una de esas tardes-noches septembrinas en las que ya me van haciendo falta unas medias y la americana del uniforme, teníamos a mi camarero favorito y al director del restaurante, ambos treintañeros recientes casados hace poco y con hijos pequeños, mirándome maliciosamente, tras mantener una pequeña charla sobre unas strippers que llamaron el otro día para una despedida de soltero y el hecho, al parecer insólito a su juicio, de que yo supiera que existen putos para mujeres, sin haberlos catado para ello. Ahora va a ser qué no y que no valen tanto como yo dije, pero bueno, no es eso a lo que íbamos.

No sé cómo, el peliagudo asunto derivó en un ofrecimiento por parte de ambos cocineros, de que si por tantos euros "le hacemos un favor a la chavala", entiéndase chavala como referencia a una servidora muy tardoveinteañera, que se podría sentir incluso halagada ante esa definición. Hasta ahí, todo normal...la sorpresa fue cuando el director salió empuñando un calabacín con un preservativo puesto y se empeñó en restregármelo por dónde fuese, intenciones que fueron abortadas gracias a una firme oposición por mi parte, consistente en carreras, grititos varios de naturaleza ambigua, entre el terror y el júbilo, y un poco de kárate de pacotilla, aparte de maliciosos pensamientos sobre de dónde habría sacado la gabardina y para qué se la llevará al curro.

Luego va el animal de bellota y se mete el producto hortícola en el pantalón y me dice que toque "a ver cuál es la de verdad", broma excesiva y un pelín peligrosilla, que provocó la alarma del camarero, que ya sudaba pensando que me atrevería, cosa que no ocurrió. Luego dijo que si me comia un danone con ese calabacín, gorro incluido, me daba veinte euros...O_O

....

No sé si me están probando a ver si me indigno o si me atrevo o qué pasa aquí. No es que esto me preocupe, sencillamente me intriga. No me molesta ni me angustia, sé que es broma todo, es sólo que sospecho que tras tanto cachondeo se esconde un deseo real de provocarme. A lo mejor es peor que eso, pero es lo que pienso.

En cuánto a la sección de Holiday Romance, cerramos por vacaciones: el Duo Dinámico se va tres semanas de viaje y él vino a despedirse de mi amiga este sábado, hablaron un rato. A lo mejor estoy equivocada y está interesado, en ese caso me alegro por ella; en cuánto al morenito cabrón, ni siquiera se atrevió a mirarme a la cara, vino solo, sin rubia y se dedicó a charlar con un par de amigos suyos, pasando de todo y de todos.

Hubiera agradecido unas disculpas, pero se ve que eso es una utopía. Ya veremos a la vuelta. Cómo punto positivo cabe destacar que mi amiga me susurró algo así como "No sé cómo acabará, pero gracias por todo". Por poco no me pongo a llorar en el pub de la emoción, suerte que todo quedó en una dulce sonrisa por mi parte.

Por otro lado, su inmensa felicidad quedó un tanto desdibujada cuando volvimos al aparcamiento y resultó que alguien le había roto el faro, huyendo sin dejar ni una nota con la matrícula...nos quedamos a esperar, y tras una media hora de juramentos continuos por su parte e imprecaciones imprudentes a peatones varios, divertidos ante la desgracia ajena, aparecieron los pitufos, que protagonizaron una actuación tan eficaz como hilarante en algunos momentos.

Mientras uno miraba y remiraba con la linterna quejándose de que ellos no podían saber de dónde venía la pintura o de dónde habían salido los trocitos de faro, evidenciando una vez más la extraña fijación con CSI que tiene la policía local de mi ciudad -he sorprendido a más de una pareja comentando los entresijos de tal o cual capítulo animadamente-, aparecieron un par de sujetos proclamando que lo habían visto todo y que tenían la matrícula. Luego tuvimos que invitarlos y aguantarlos hasta las seis de la mañana.

Al parecer se trataba de la típica jovencita atolondrada que no mira antes de dar marcha atrás y además el coche resulta ser de su madre. A todo esto, hizo su entrada en escena el chico del coche que había sido empujado hacia delante por el coche de mi amiga al chocar el otro con ella, y al preguntar él si también iba a tener que declarar, el policía le dijo "Usted no ira a conducir así, ¿no?, porque va bastante bebido.", a lo que el respondió que "Nooo, ni loco!", respuesta que hizo estallar en carcajadas a todos los presentes.

Así que una noche más en blanco, una semana menos para los temidos 29 otoños de mi vida. A lo mejor si me escondo pasan de largo.

OVERBOOKING ESPIRITUAL

Some reception people could be a bit happier (younger one)

Sugerencia referente a una servidora en el cuestionario rellenado por esa aparentemente amable familia de pelirrojos irlandeses con cuatro niños a los que deseé un aterrizaje en el fondo del Atlántico...

Pues sí. En un primer momento se me llevaron los demonios y hasta pensé en escribirles una postal con el texto "Mind your own business, fucking bastards from hell"...si me sentó tan mal no fue tan sólo por la observación de que se me viera melancólica, sino porque llevo tres años en este puesto y no creo que sea por hacerlo mal y además sé que les atendí muy bien, fui especialmente amable con los niños e incluso me aprendí su apellido...que luego tu trabajo resulte cuestionado -me pusieron la puntuación más baja a mí en concreto, encima- sólo porque no puedes sonreír todo el tiempo, a falta de una eficaz lobotomía que te haga mantener la calma ante la vandálica y prepotente actitud de una parte importante del turismo británico una vez se ven aquí libres de cortapisas varias y toques de queda...vamos, es para empezar ya a verse "El resplandor" y "Psicosis" tomando notas.

A lo mejor ellos no se toman los cuestionarios en serio, pero la central sí. El caso es que me podrían haber hecho el típico discurso de si hay que poner buena cara a los clientes etc., si no hubiera hecho desaparecer las pruebas: que nadie se escandalice, se hace siempre que hay una alusión personal a algún compañero. No tienes porque aguantar una bronca de la magnitud que sea sólo porque una de esas inglesitas rubitas y altivas que nos creen los criados de su imaginaria mansión te coja manía porque su novio te sonríe demasiado, por ejemplo.

El otro día tuve una conversación acerca de este hecho con tres de mis compañeros en el hotel y acabamos negros, despotricando contra la madre y el tour-operador que los trajo y contando todas nuestras desventuras varias de este verano...la directora de los otros apartamentos hasta nos refirió cómo en una tienda una pérfida albiona se le quería colar en el probador y entonces ella armó tal escándalo que le hicieron un descuento. Dijo que hasta se hubiese pegado con ella, de ser necesario. Aportó tambien el pavoroso relato de cómo una de sus señoras de la limpieza casi acaba en el psiquiatra debido a que una familia se empeñó en que les había robado algo, y aparte de contárselo al resto de huéspedes, enviaban a sus niños a vigilarla cada vez que tenía que limpiar su habitación...ante cabronadas como ésta, me da igual si creen que me paso diciendo que algunos estarían más guapos en el fondo de la piscina.

Por alguna razón, esta temporada ha sido prolija en bastards diversos que nos han hecho la vida imposible alguna que otra semana; afortunadamente, sigue habiendo gente amable, representantes de esa parte del pueblo inglés más o menos normal y cabal, aunque sean los menos. Es curioso, pero suele tratarse de galeses y profesores de literatura, al menos, según mi experiencia.

El recepcionista que haya superado la Season 2003 sin acabar tembloroso en el despacho de un psicólogo ya es recepcionista para siempre, eso es lo que pienso.

Luego lo de ser happier, ser más feliz...una vez más, compruebo que esa melancolía oculta que a veces se refleja en el semblante y los gestos de forma inevitable, ya se sabe, todo el mundo tiene sus días, resulta molesta para los que sólo quieren ver júbilo y caritas sonrientes a su alrededor. A este paso van a meter a todos los tristes y/o similares en un campo de concentración.

Si me hubieran preguntado, les hubiera podido decir que mi expresión dolorida se debía a que tenía las tetas como melones y los ovarios como bolas de billar, debido al síndrome premenstrual, que en su oscuro y neblinoso país sirve de atenuante a la hora de cometer un asesinato. Los del restaurante hasta me podrían haber dejado el Collins que tienen en el cajón.

Ayer mismo vi una película inglesa, mira. Con Ewan MacGregor sin adulterar aún, un poco más joven y gordito, pero con su magnetismo de siempre y su mirada azul infinito de pícaro irredento: la hacían en la 2 y llevaba tiempo queriendo visionarla, se trataba de "Tocando el viento" de Mark Herman, sobre una banda de música de una mina que van a cerrar; era cine social, pero al ser británica, tenía más sentido del humor que una francesa, que suelen ser más reflexivas y descarnadas. El inglés es mi cine social favorito, por lo esperanzadas que me resultan sus conclusiones, sin restarles el realismo que pretenden este tipo de producciones.

Estaba bien, era graciosa y su final era en efecto, esperanzado, una pequeña victoria dentro de una gran derrota. Hace mucho tiempo, quería ver esta película por motivos erróneos y hubiese envidiado a Tara Fitzgerald que tocara el fiscorno tan bien, algo así me hubiese acercado a mi músico particular de algún modo.

Supongo que en esta ocasión, mis motivos ocultos no fueron mucho mejores, puesto que el pasado sábado, mientras controlaba si entraban ellos con mi amiga Lacey, para variar, me llevé la gran sorpresa de encontrarme con aquel clarinetista que tanto me apasionó años atrás, la única vez que me he enamorado de una forma excesiva, con ese tipo de obsesión que te lleva a querer renunciar a todo lo que puedas ser y a anularte a ti misma.

A estas alturas de mi vida me doy cuenta de que no fue muy sano, y que es comprensible que me rechazara, pero mi único delito fue declararme y enviarle una de esas cartas de "renuncio a ti porque te quiero tanto que si no me quieres me da igual": el resultado fue que tuve que aguantar que una novia adolescente que se echó un año más tarde no parara de mirarme mal y hacerme impertinencias durante un tiempo y que aún hoy, algunos años después, tenga que ver como él, su hermano y su amigo me echan una clara mirada despectiva -no creo que fuese para el camarero, yo estaba apoyada en la barra, a medio metro- y se van, como si yo fuera una psicópata. De mucho me sirvió dictar una orden de alejamiento perpetuo contra mí misma...no parece que lo entiendan.

Han pasado siglos y no dejo de recordar que esa fue la única vez que sentí algo parecido a lo que llaman amor, aunque fuese muy novelesco y fantasioso...después de ese fracaso, todos mis afectos han sido pasajeros, basados en una atracción más física que psíquica; ha habido intentos, pero no han sido correspondidos por diversos motivos. De momento, me conformo con lo que pueda bailar, que ya no me lo quitan, por mala vida que sea.

Y ya que hemos llegado hasta aquí, este sábado tampoco hubo suerte: ni moreno cabrón ni buenazo indeciso, ni rastro. Está claro que salen por otro sitio para ni vernos...yo ya no sé que decirle a mi amiga -se enfadó un poco, ya no le justifica tanto...eso es bueno para ella.- , no entiendo porque me dice que ya nos veremos, actuando como si todo fuese como siempre, y luego no aparece nadie. Esta semana próxima se supone que nos la jugaremos en serio e iremos a buscarles a ese misterioso pub en el que se esconden, y del que él le ha hablado a veces, como si quisiera que le buscara...en realidad, espero que todo se resuelva de una vez, aunque nos rompan la cara, moralmente hablando. A ver si así podemos cambiar de lolitos y meternos en otra misión de espionaje y seguimiento de estas, que molan y todo :P

Y encima vuelven los ochenta, es definitivo. Pero antes muerta que llevar calentadores, ya los odiaba en 1985 y no me los voy a poner ahora. Y los zapatos en punta ya saben dónde se los pueden clavar los modistos; puede que hasta les guste, conociéndolos...

OPINIONES DIVERSAS

Ayer opiné sobre dos temas en un foro:

Decía Tomeu Penya en una canción que catalans i mallorquins som tots germans/ catalanes y mallorquines somos todos hermanos...o no. Visto el relato de lo que presencié el otro día en la TV3:

"Pues el otro día vi yo un "A pél", el programa de Santi Millán y José Corbacho, hecho en Cala Millor, Mallorca y aunque considero que en el Ultima Hora -un periódico local de tendencias derechistas y bastante sensacionalista, todo hay que decirlo- se pasaron publicando una durísima crítica contra los responsables de El Terrat, diciendo que el programa ni había tenido gracia y que la gente se había sentido insultada en su propia casa por la burla que se había hecho en el programa de los problemas de nuestra comunidad, sí hubo una broma que para mí fue demasiado lejos.

Resulta que sacaron tres personas del público para que contaran chistes: dos mallorquines y un andaluz; pues bien, a uno de los mallorquines, Corbacho lo interrumpió en medio de un chiste y le dijo que no le entendía. Y luego ganó el andaluz...no puedo decir si se trató de una coincidencia o si realmente pretendían hacernos quedar como unos brutos honda en ristre que no hablan su catalán...el caso es que me sentó mal.

Creo que habría que hacer algo para que la variante mallorquina del catalán fuera considerada digna de hablarse y escribirse de una vez; ni me gustó cuando tuve que hablar en ese catalán híbrido de ninguna parte llamado standard para aprobar un examen oral de magisterio ni tampoco cuando muchas personas, especialmente los mayores, de mi pueblo decían que no entendían mis escritos en la revista local por ser demasiado catalanes. Y luego dicen que es la misma lengua, pero no nos entienden...y encima vienen a reírse en tu cara. Pues para eso que no vengan."

Y no se acabó aquí la cosa, además expuse mis temores sobre la posibilidad de casarse en un post sobre la infidelidad; quizá sean excesivos, pero...es lo que pienso, basado en demasiadas cosas que he visto. No es mi intención molestar a nadie, es mi visión personal del asunto, no digo que todas las marujas sean esclavas sino que yo me sentiría como una, más bien. La teoría a la que refiero es aquella que dice que el hombre es infiel por naturaleza porque en la Prehistoria tenía que fecundar cuántas más mujeres mejor, mientras nosotras teníamos que cuidar a nuestros cachorros en las mejores condiciones...ya no saben que inventar, si quieren irse por ahí, que se vayan, pero que no tengan a una persona engañada y humillada en su casa, por favor. O una cosa u otra, las dos no pueden ser.

"Personalmente, no he tenido la oportunidad de serle fiel a nadie, pero si llegara el día en que se diera la fatal coincidencia, creo que sería fiel. Y si él no lo fuera y yo lo descubriese, no estoy segura de lo que haría: detesto que se me engañe o se me falte al respeto, o se me tome por tonta así que supongo que reaccionaría mal, eso sí.

Sobre esa teoría tan bonita que se han sacado, y en el caso de que fuera cierta, digo yo que también habría mujeres que fueran cambiando de pareja, si el neandertal en cuestión se iba a por tabaco y no volvía, que debía pasar muchas veces.

De momento, a mi alrededor sólo tengo recién casados o que llevan pocos años, así que de momento, no parecen tener ninguna crisis: por mucho que miren y comenten, no les veo hacer nada significativo ni dirigirse a ninguna de las guiris con intenciones específicas. Hace dos años sí teníamos a uno que era infiel a su novia, que no señora; tenían un hijo y era ella la que les mantenía todos. Intentaba hacerme creer cosas cómo que "sólo la acompaño a la puerta de la discoteca"...ya. En fin.

No estoy deseosa de casarme. Los niños me hacen más gracia que cuando era más joven, pero sigo sin querer tener uno y se supone que empieza a ser tarde para ambas cosas...si hace dos años se me perseguía para que me casara a toda costa, ahora que me voy a los 29 en octubre, algunas casadas cuarentonas me han sorprendido diciéndome "no te cases, así estás muy bien."

Sigo viéndole muchas desventajas y ninguna ventaja a la vida familiar. Tengo la terrible impresión de que una vez casados, los hombres puede seguir más o menos con su vida y las mujeres en absoluto, tienen todo el día ocupado entre la casa, los niños y el trabajo. Veo pocos hombres que compartan responsabilidades en el hogar, y me aterra la idea de convertirme en una especie de esclava. Me gustaría que alguien me dijera que no es para tanto, pero de verdad que eso es lo que parece.

Quizá esté bien tener una familia para no estar sola y haya momentos en los que estés muy satisfecha de haber llevado adelante todo eso, pero el precio me sigue pareciendo muy alto. Y si además le añades intereses como que tengas que verte humillada por unos cuernos de medio metro, sólo por estar estropeada por los partos y por no tener tiempo o medios para cuidarte, o porque la pasión se haya apagado, o porque estéis aburridos el uno del otro etc., pues no veo porque tendría que condenarme a mí misma a sentirme gilipollas durante gran parte de mi vida.

No me extrañaría nada que la excepción acabara siendo la que se casa, al ritmo que vamos."

De momento, sigo pensando "que se case Rita".

EN UN MUNDO PIRATA

Recordad, en un barco pirata, en aguas piratas, en un mundo pirata, no hagáis preguntas. Creed sólo lo que veáis. No, creed sólo la mitad de lo que veáis.

Burt Lancaster en "The Crimson Pirate" de Robert Siodmak.

En una disoluta jornada más de compras en la ciudad, mi consanguínea menor y yo fuimos a ver "Piratas del Caribe", que por supuesto no es mejor que la película a la que homenajeo más arriba, pero se deja ver, a pesar de su excesivo metraje o su incoherente final. Es muy entretenida y le debe gran parte de su eficacia a un inconmensurable Johnny Depp, entre Barbarroja y Bocarrosa, aquel pirata de Forges que "limpiaba la cubierta fenómeno" según sus compañeros comentaban mientras caminaba sobre la tabla, una escena clásica que tampoco falta en este film.

De haber estado sola hubiera ido a ver Enigma, pero a mi hermana no le gustan ni Jeremy Northam ni las películas inglesas especialmente. De todas formas, creo que puede esperar al dvd o a a ser apresada en alguna de nuestras incursiones en Port Mule :P

Finalmente fui al bodorrio de mi primo; cómo son los más ricos y él anda metido en política regional, aquello fue más o menos de alto copete, así que era obligado ir de largo: de modo que las ovejas negras fuimos de asistentes a los Oscars por un día, incluso uno de ellos se atrevió a decirnos que no nos había conocido de elegantes que íbamos...^__^U

Tenemos que soportar muchas como ésa, afortunadamente la mayoría de las veces ni les escucho y procuro hacerme la sueca, no como mi hermano X. el subversivo, que es la única arma realmente efectiva que tenemos. Sin embargo, no dijo nada a eso. Estaría distraído.

De todas formas, sé que mi atuendo y un cierto desdén fueron los adecuados, dada la mesa que me asignaron, en la que unos cuántos matrimonios de treintañeros relativamente recientes se dedicaron a una conversación excluyente sobre amigos suyos, las monadas de sus niños y cómo habían encontrado su vestido, sólo interrumpida por maliciosas indagaciones acerca de mi misteriosa vida nocturna y las habituales andanadas de piropos y dobles sentidos evidentes por parte de uno de mis primos políticos. Supongo que la culpa de eso hay que echársela a mi al parecer excesivo escote, que provocó ojos abiertos como platos, comentarios diversos, y que el trío cubano que cantaba en cada mesa me dedicara una frase de una canción sobre un caimán, algo de si tenía los ojos "pardos naturales" bastante gracioso.

Si era un escote palabra de honor -que no se cae, de ahí el nombre- , pero con unos tirantes muy finos, ni se veía canalillo. Exageraos que son. Lo que pasa es que las otras iban muy discretas, excepto la del vestido rojo y la del vestido negro, ambas con wonderbra, que me salvaron del escándalo. Gracias, hijas mías.

Cómo volveré a ponerme todo el conjunto en Nochevieja, intentaré postear una foto entonces. O no. :P

Al preveer la típica incomodidad entre familiares con los que apenas te llevas, y encima borrachos, me excusé y me largué con mi amiga, a continuar lo que ya es una absurda persecución que la va a llevar al desastre. Lo sé porque identifico los síntomas de esa cosa llamada amor, que me temo que sólo sea por una de las partes. Al menos, estaré allí cuando venga la tormenta que seguro ha de venir, que decía una canción de Luz Casal que siempre me viene a la cabeza en estos casos.

Lo sé porque el otro día hablé con él, tuvimos una conversación en la que yo le relaté el intento de humillación del que fui objeto por parte de su mejor amigo y el hecho de que ni nos dirigía la palabra, aparte de fingir no vernos...parecía no saber nada, aunque intentó justificarle diciendo que llevaría cuatro copas y lo haría sin pensárselo mucho, y se quedó un rato pensando; luego me relató su versión y su visión de su asunto con mi amiga. Creo que lo entendí demasiado bien, y no consigo que me escuche, pese a que he intentando decírselo.

En cuánto al moreno cabrón, el otro día se sucedió un amago de justicia poética; me lo encontré de sopetón en el banco y nos miramos durante un segundo de pasmo eterno; entonces dijo "Hola, qué tal", a lo que yo contesté "Bien"...luego lo tuve delante durante una buena cantidad de minutos en la cola, y el tío no se atrevió a girarse ni una sola vez. Tuve grandes tentaciones de invitarle a un café y exponerle lo que pensaba, pero no hubo agallas y sabía que no tenía tiempo y debía atender otros asuntos de mayor urgencia esa misma mañana. Además, él llevaba el uniforme de su trabajo, así que no estaría para monsergas.

Es curioso, porque la otra noche soñé que venía al hotel a pedirme perdón con un gran ramo de flores. Dedicidamente, tengo el subconsciente averiado, no da ni una el pobre.

ABURRIENDO AL PERSONAL/ VEINTE AÑOS TARDE

Well, it’s a long, long time
From May to December
But the days grow short,
When you reach September.
And the autumn weather
Turns the leaves to gray
And I haven’t got time
For the waiting game.

And the days dwindle down
To a precious few . . .
September, November . . .
And these few precious days
I spend with you.
These precious days
I spend with you.

"September Song" , Kurt Weill

No diré el foro, ni la sección, sólo el tema: érase que se eran unos tíos quejándose del comportamiento de las tías, como siempre. Viendo lo lejos que estaban llegando las cosas, por muy en broma que fuesen, y observando que algunos pedían opinión del bando contrario, es decir alguna fémina, pues me decido, aunque sean las tantas, et voilà, me curro este tocho:

Bueno, entiendo que las que haya por aquí aparte de mí pasen de decir nada, eso de que si somos todas unas putas y lo de que si cuando decimos no queremos decir sí resulta bastante agresivo y suena a resentimiento puro y duro, incluso asusta un poco. Lo siento, pero es como se ve desde este lado.

A lo mejor he desvariado un tanto, y me habré dejado algo, pero ya está bien por hoy.

En fin, el resultado ha sido que uno me ha explicado lo de las tías bordes, y otro me ha dicho que el también sabía hablar de matices y de grises, y que todo era broma, y que casi se había dormido leyéndolo. No negaré que eso me ha molestado, sobre todo teniendo en cuenta que algunos fragmentos pretendían ser irónicos, pero tampoco vas a gustar a todos, eso también.

La verdad es que cuando veo o escucho a los hombres hablar así de las mujeres no me resulta divertido, siempre siento como un estremecimiento, y he de confesar que tampoco me gusta hablar mal de los hombres con otras, es algo muy personal, pero no puedo evitarlo: para mí ese tipo de charlas que son en teoría para desfogarse de la frustración ésa a la que me refiero en el post evidencian que sigue habiendo un abismo entre la forma de entender el mundo de ambos sexos. Y eso me entristece, lo veo como una guerra que nunca se va a terminar y que se recrudece por momentos.

Este fin de semana, aunque mi amiga y yo captamos el interés de los integrantes de una despedida de soltero que no estaban del todo mal, y además fui agarrada por uno que no quería que me fuese a dormir de ningún modo, pasamos otra noche persiguiendo la sombra de su él, que sigue sin aparecer y que cada vez parece obsesionarla más. Esto sólo puede acabar en lágrimas, ojalá pudiese impedirlo.

Vimos al moreno cabrón y la rubitonta, pero no hubo besitos delante de una servidora por esta vez. Tenía en mente pedir al camarero unos posavasos y un boli para poner unas puntuaciones, si se daba el caso. :P

Menos mal que mañana me han invitado a una Fiesta de la Espuma entre recepcionistas, camareros y animadores y sé seguro que eso me va a reconciliar con el mundo tangible.

VEINTE AÑOS TARDE

Siento no haberme acordado en su momento, espero llegar a tiempo a otras convocatorias. Eso de pensar en el futuro es algo que hago incluso demasiado a menudo y me soprende que ahora no sepa ni por dónde empezar, ya ves.

Empecemos por recordar qué hacía hace veinte años, es decir cuando tenía ocho, allá por los ochenta:

Françoise dans ce jardin

Esa es la mañana del 22 de mayo de 1983, día de mi Primera Comunión: recuerdo que el can-can me hacía tropezar y que mi mayor preocupación era hacerme con la muñequita de la tarta como fuese, en lo que parecía ser un principio de fetichismo que no llegaría a mayores. Y por supuesto, el gran aliciente de calzarse un disfraz de princesita de primera, a cambio de leer una tarjetita y comerse una especie de galleta insípida, un precio irrisorio para poder ser por fin un personaje de cuento de hadas.

Supongo que ese es el hecho más destacable de mi infantil cotidianeidad en aquel año.

En la actualidad me hallo en un hotel vestida de recepcionista, que no disfrazada, aunque uniformes anteriores entrevistos en antiguas fotos hagan pensar en lo contrario. Los sábados me sigo disfrazando de princesa :P, y sólo piso la iglesia por compromiso social, jamás llegué a confirmarme y he llegado a la conclusión de que soy agnóstica, dudar siempre. Y más de la Santa Inquisición, que los esperas y pierden el autobús de la manera más tonta, a pesar de toda su weaponery.

En cuánto al 2023, debería basarme en uno de mis muchos temores a corto plazo, el cambio climático: el anormal verano que hemos padecido me ha hecho pensar en ello de nuevo. No sé si en un futuro inmediato se producirán cambios nefastos en esa materia o si se producirá más tarde. Hablando en general, una opción emocionante sería acabar defendiendo tu biblioteca de los bomberos de "Fahrenheit 451", pero el fuego de la ignorancia lleva tanto ardiendo que ya nadie le presta atención.

Luego tenemos lo de envejecer, que viendo como se trata ahora mismo a cualquiera que supere ya no los cincuenta, sino los treinta y cinco, pues...a ver si nos vamos a ver jubilados y en el asilo antes de lo que pensamos, apartados por unas nuevas generaciones despiadadas a las que no hemos sabido educar. Un posible desastre en el que seguramente no tomaré parte, dadas mis nulas ganas de formar una familia ahora mismo. Y nulas posibilidades, además.

De repente ya no es tanto tiempo, pienso en aquella canción de Sinatra que dice que un día te giras y ha llegado el invierno, vas a cumplir cuarenta y nueve años en octubre. Quizá sea jefa de recepción o escriba bestsellers o sea propietaria de algún negocio de libros o dvds, siendo pragmáticas. No sé, el tiempo dirá. Por algo no me gustan los adivinos y prefiero no saber nada acerca del futuro, ni si nos caerá un asteroide ni si Mallorca acabará hundiéndose lenta pero de forma inexorable, a la veneciana, por un exceso de cemento, y entonces ya no tendremos que tomar más decisiones ni preocuparnos más por nada, que también tiene su gracia, no os creáis.

Cuando pienso en aquella redacción que escribí en segundo de B.U.P en la que me imaginaba conduciendo una nave por el espacio...^__^U

Eso sí, seguiré viendo demasiadas series de TV.