Siempre puede uno contar con un asesino para una prosa fantástica.
Vladimir Nabokov, "Lolita".
A diferencia de otros bloggers que ven un verano desperdiciado a sus espaldas, me encuentro casi al final del punto álgido de la temporada y pronto se calmarán las cosas, con lo cual en vez de releer "Lolita" en cuatro días, me podré dedicar a desentrañar "From Hell", por ejemplo, si bien deberé dedicar la mayor parte de las horas muertas a los manuales de conducción, porque me están estresandooo...
Después de un par de años de no tocarla, he vuelto a revisar la más célebre y controvertida novela de Nabokov...soy consciente de que algunos pueden prejuzgar ese libro y malinterpretar mis motivos para leerlo, como efectivamente ha ocurrido esta tarde. Los camareros se han reído y han festejado que estuviera leyendo literatura rosa, por no hablar de las insinuaciones que han hecho sobre sus efectos en mí...influida por la malicia de Dolores Haze, les he respondido que era mi libro favorito, lo cual es sólo una punta del iceberg.
Habrá quién considere imprudentes tanto esa respuesta como el hecho de leer precisamente esta novela delante de unos tipos que parecen más gamberros de instituto que otra cosa...aparte de que a veces me salga cierto espíritu provocador y juguetón confabulado con mi doble cabezonería heredada de ambos progenitores, creo que tengo derecho a leer lo que me dé la gana. A ver si la próxima semana me voy a traer "Ada o el ardor", que ese sí que es literalmente rosa todo él...:P
He hecho un vano intento de explicar que no era pornografía...pero en fin, si no lo leen es imposible que comprendan a qué me refiero: por supuesto que el libro está impregnado de una sensualidad intensa, pero esa es sólo una de sus facetas. Me pregunto si alguna vez llegaré a verlas todas...otra vez he tenido la sensación de que algo se me escapaba, y ya estoy a punto de alcanzar a Humbert en su encuentro con Clare Quilty, que ya para siempre tendrá la cara de un magnífico Peter Sellers , tanto en mi mente como en la maravillosa adaptación que realizó Kubrick con la complicidad del autor. La de Adrian Lyne no pienso verla jamás, no le perdono que se cargue el momento en el que H.H. ve a Lolita y que Stanley supo entender y trasladar a la pantalla de forma ejemplar. La misma magia en diferente formato.
Mi fascinación por este libro sigue intacta, aunque he observado con ligero disgusto que ahora juzgo más duramente al profesor y pienso más en la pobre chica, que al fin y al cabo esto de las nínfulas suena a delirio puro y duro, aunque ahora las lolitas de toda índole sean mayoría, entendiendo eso por chicas que saben más de lo que podría pensarse si sólo nos fijamos en su edad cronológica. Por un lado te asquea y por otro te apena, eso sigue igual, pero ahora me asquea más...también es que debido a una muy mala experiencia con alguien que compartía mi pasión por Nabokov, mi concepción personal de este autor ha resultado dañada, por ir asociada a malos recuerdos. Y Vladimir no se merece esto, pero me temo que así es.
En realidad lo que me interesa más de la novela es el elemento obsesivo que la mueve, la fijación por los detalles, la belleza de las metáforas y lo admirablemente escrita que está, que siempre parece haber niveles escondidos a los que nunca llegarás. Para mí es la biblia de la obsesión, siempre ha sido una especie de lo que llaman un libro de cabecera.
Hay muchas escenas que forman parte de mi propia memoria, como el relato de la infancia del execrable protagonista en el Hotel Mirana de su infancia en Europa, esa primera visión de Lolita ya mencionada, cuando ella saca unos vestidos que le han comprado de una maleta etc...es la novela de mi vida. Escribir como este hombre es una más de mis quimeras románticas sin sentido, quizá la más irrealizable de todas ellas.
A los quince años leí una sublime e irrepetible traducción al catalán de esta novela, uno de los primeros desiderata que hice en la biblioteca de mi pueblo, era de Clàssics Moderns , la portada era una foto de una jovencísima Marilyn sonriente con una cinta verde dibujada en el pelo y un día la encontraré. No me basta con la lujosa edición de la Biblioteca de Plata que poseo, con prólogo de Mario Vargas Llosa y una excelente traducción, que sólo me decepciona en algunas frases. Hace poco estuve mirando traducciones nuevas en una librería, y creo que lo mejor sería encontrar por fin su versión original. Si pude con "Alice in Wonderland" y "Through the looking glass", podré con esto.
En la vida real, la temperatura supera la de esta ficción concreta y todo: la peña está desbocada. Si ayer un ex-compañero de instituto devenido en pitufo local se pasó un poco con las bromas en una revisión de seguridad de rutina, hoy mi camarero favorito del restaurante no ha parado de jugar a no dejarme pasar sólo para que yo tuviera que apartarle...y luego me llaman las compañeras del hotel sólo para decirme que un tío bueno que habla español ha venido a cenar solito al restaurante. Miro por la ventana y veo a un inglesito de lo más corriente, vale sí, un poco cachas, pero tópicamente insípido.
No es que yo esté mucho más tranquila en ese aspecto, dado el torcido rumbo que han tomado mis peripecias sabatinas, pero caray...y mira que ellos están casados, ennoviados y/o arrejuntados. Me parece que no sólo los cuerpos acusan esta canícula eterna e infernal...:P
*Aprovecho para declarar que me leo tanto los blogs enlazados y alguno más, así como todos los mensajes de dónde ya saben los logios. Pero me falta tiempo y encima estoy vaga y lentorra por el calor este, por eso los posts me salen erráticos y desganados y ni siquiera me molesto en comentar o responder. Ustedes perdonen.
**Muchas gracias Adriwan, por la inspiración prestada.
Al final me ha sido imposible encontrar la viñeta que hubiera querido postear, esa clásica en la que Charlie Brown grita "!!No puedo soportarlo¡¡", con la boca muy abierta. Siempre me he identificado con su indecisión y su mala suerte; aparte de él, también me hacen gracia Marcia,Peppermint Patty y esa curiosa relación que mantienen. Marcia siempre me ha recordado a mí misma en algunas actitudes, así como Charlie.
Con esa clásica muestra de impotencia por parte de tan entrañable personaje, hubiera querido ilustrar este post que no debería estar escribiendo. No me gusta pensar que tengo que ocultarlo por no molestar a otros o por no dar pena o cualquier otra excusa que tengáis en mente, prefiero cantar de plano. Me siento impulsada a explicar, ni que sea a grandes rasgos, por qué me ha tocado el papel de ingenua cómica en esta vida, por mucho que a veces me salga del guión y le rompa los esquemas a más de uno.
Lo peor de no saber qué contestar a las pullas en su momento ni devolver las bromas que no entendiste y luego guardárselo todo es que o bien acabas por estallar en algún momento o bien hay ratos en los que te sientes tristona y te da por pensar que los demás no te respetan, aunque te aprecien. En ese momento olvidas que así como siempre hay alguno que se ríe de ti, también hay quién te acepta tal como eres, que no todo es blanco o negro. Por otro lado, tampoco es el fin del mundo, no vamos a llorar todos ahora, con lo bien que me estaba saliendo :P
Lo malo de la imagen de buenaza inofensiva es que se relaciona inmediatamente con una presunta falta de inteligencia, aunque si se te conoce más eso desaparece y se queda en una falta de mundología y habilidades sociales, cosas que se van corrigiendo poco a poco con el tiempo y la experiencia. Eso en mi caso, otros buenazos no sé.
En cuánto a los antecedentes de esta situación, todo viene de una de esas infancias incomparables a lo Eduardo Manostijeras, producida por diversos factores. Un día postearé un texto que escribí sobre el particular, uno de mis artículos; creo que es lo mejor que he escrito sobre el tema aunque sea más victimista que revelador o pretendidamente poético. Durante la adolescencia mis rarezas más notorias, tales como no decir nada durante horas y relacionarme apenas, acabarán por desaparecer casi por completo, aunque siga tendiendo a encerrarme en mí misma en ocasiones.
A los veintipocos sufrí un retroceso por la gran decepción que supuso que me echaran de la pandilla de amigas pijas en la que me había metido por probar a ver que tal se me daba eso de ser de una cuadrilla. Esto me afectó de tal modo que me pasé unos dos o tres años sin amigos y me volví al castillo a recortar revistas de cine y a leer; sé que hice mal, pero afortunadamente logré encontrar un nuevo camino, dejando la universidad y buscando trabajo para obtener los medios que me permitiesen adquirir algo de independencia personal y empezar otra vez: desde los veinticinco he llevado una vida social intermitente y he aprendido a no esperar nada de nadie y a dejar que las cosas ocurran en vez de forzarlas. De momento, me va bien, me atrevería a decir que mi relación con los demás ha mejorado ahí fuera, que no aquí dentro, que no hago más que montar unas Fallas Emocionales cada tanto.
*Crucemos los dedos :P
Sobre mi problema con los que se ríen del personal, sólo decir que en realidad no es tal: no sé si me habré acostumbrado, pero cada vez me importa menos. Si intento racionalizarlo y comprender los motivos del otro, suelo imaginar que es su manera de defenderse, de intentar ocultar sus debilidades o incluso de divertirse de forma perversa, aunque siempre hay que procurar no ceder demasiado, si es que llega a extremos dudosos. Lo que es yo, pretendo relacionarme con los demás, no reírme de ellos. No necesito hacer eso.
De todas formas, enseguida que aprueben esa ley tan bonita que se han sacado del ojete del cadáver de Franco vamos a ir a la mili todos juntos y como a mí me toque ser el sargento...:P
No os quejéis que ya tocaba post reflexivo. Tanto martini...
Conforme se acerca el final de la temporada, me voy entristeciendo pensando que una vez más, justo cuando he conseguido hacer eso tan difícil que es adaptarme a un nuevo entorno, van y realquilan los apartamentos a su legítimo dueño. No sé a qué podrá deberse que el intervalo de tiempo sea siempre el mismo, pero he ido observando que cada tres años mi vida cambia de algún modo...quizá haya leído demasiados artículos sobre la sincronicidad en la Más Allá.
Siempre he sido consciente de que se trataba de una situación forzosamente provisional, pero me estremece ver como se aproxima la despedida de forma inexorable y me inquieta dónde vaya a parar en definitiva, si tan sólo unos metros más allá, al hotel al que ahora voy a buscar papeles porque en nuestro chalet de Pin y Pon lo único electrónico que hay es una vetusta calculadora registradora, o si a otros apartamentos en los que tendré todo lo que ahora me falta, pero quizá esté en un ambiente más frío y solitario.
Pienso que dada mi experiencia, seré enviada a la segunda opción, puesto que estoy acostumbrada a trabajar sola y allí necesitan gente. Además, significaría una especie de ascenso, puesto que aprendería cosas nuevas, como pasar reservas y facturas, y el trabajo sería más de verdad, por así decirlo; nada de horas muertas leyendo libros y escribiendo cartas kilométricas o cenando tranquilamente durante tres cuartos, se acabaron los paseítos al hotel y las charlas con las otras recepcionistas. Ya no se me irán más los ojos detrás de nuestro quesito holandés particular y su mirada de azul relámpago para el descojone generalizado ni se me irá la cabeza escuchando lánguidas cancioncillas en el casete mirando las buganvilias de la pared de enfrente.
Creo que recordaré estos tres años como casi paradisíacos, a pesar de los habituales momentos oscuros debidos a mis retorcidos procesos mentales de siempre o de todas las veces que he tenido que ser botones y camarera por la falta de los mismos, sin olvidar el primer año en el que aún estábamos bajo el yugo de la Reina Negra, que fue destronada por su propia avaricia y su infinita soberbia...pero esa es otra historia, a la que cualquier día dedicaremos un post.
No me ha sido comunicado directamente, pero observo sutiles indicios de que Algo pasa con Xisca: a la propuesta que me hicieron hace unas semanas para ir a trabajar por un día a los apartamentos se le añade el hecho de que hoy, por primera vez en la Historia, se ha requerido mi ayuda en el hotel, al haber un compañero enfermo. Me he pasado una horita allí con nuestro jefe de recepción, cambiando dinero a niñitos ingleses desatendidos por sus borrachuzos padres que se divertían con las máquinas de pinball y chucherías, dando llaves, disfrutando del aire acondicionado que falta en el horno de la bruja de Hansel y Gretel en el que me tuesto cada día y escuchando los comentarios y piropos a las chicas de este ladies man que tenemos por superior. Si el año pasado se atrevió a soltarme que estaba maciza, este año sólo me ha insinuado que si estás verde, alzando las cejas con esa sonrisilla de villano a lo Kevin Spacey, y al final me ha regalado una chocolatina y me ha puesto la mano en el hombro, diciéndome "Gracias jefa". Espero que esto no sea interpretado como acoso por nadie porque no lo es, sencillamente es un coqueto, bastante casado por cierto, y punto, no me siento amenazada ni nada por el estilo...mis sospechas van por otro lado.
El caso es que esta tarde me ha parecido que se confía en mí más de lo que creía, y por otro lado, él fue quién me disuadió de que fuera a los otros apartamentos por un día, diciéndome que no tenía demasiado sentido, que ya iré el año que viene. A ver si estaré siendo tironeada por dos lados para inclinarme por un puesto u otro...no creo que me lo dejen decidir a mí. En fin, ya veremos. Es algo en lo que no quiero pensar más hasta la aparición de nuevas pistas.
Va a hacerme falta valor para relatar lo sucedido este sábado: la sección de Holiday Romance presenta cielos oscuros y encapotados...no sólo me costó aceptar que muy probablemente no volveré a ver al rubito maravilloso sino que tuve que enfrentarme a una burla tan absurda como cruel, orquestada por el moreno cabrón no tan lánguido y su pija figurín de los cojones. Una no espera que la pillen desprevenida tras cuatro martinis, y se pongan a representar una comedia inútil a medio metro de sus narices, bien aposta, besándose y achuchándose en un intento de fastidiar o dar envidia o no sé, elijan ustedes, mientras tu amiga, visiblemente alarmada, te dice "!!baila¡¡ !!baila¡¡"...pensé en marcharme, pero no les quise dar ese gusto, se tuvieron que largar ellos, ante la falta de reacción alguna.
No lo entiendo. No sé qué le pasa a este tío, pero creo que estas faltas de respeto sobran; si le esperé aquel día fue por saber si todavía nos hablábamos o no, no por nada más, por evitar una situación violenta. No le voy detrás ni mucho menos. No sé si le saludaré la próxima vez que le vea, no quisiera incomodar al interés de mi amiga, que es un tipo hasta demasiado amable, ya que el impresentable este es nada menos que su mejor amigo. Lo que es ella, me ha dicho que ni le vamos a mirar a la cara, está más indignada que yo y todo...a mí lo que me gustaría es contestarle y que sepa que ha hecho el tonto y que ha causado más vergüenza ajena que otra cosa.
Si la rubia imbécil esta considera que es suyo, bien, que se lo quede, no sé quién será el perro en esa "relación" :P...pero el día que se encapriche de otra me compro unas palomitas y me siento a ver cómo se le descompone el gesto.
Así y todo, molesta por este ultraje de baratillo, me ha conmovido sobremanera el descubrimiento casual de la preciosa Caravan of love de The Housemartins, algo que me ha alegrado la tarde. Ya la pusieron el otro día y me pareció maravillosa, me encantan los juegos de voces. Soul tenía que ser.
Deep in the dark your kiss will thrill me
Twilight Time, The Platters
De verdad que yo quería releer La muerte es un asunto solitario y de paso, todo Bradbury. Me lo llevé a la recepción y no hubo manera: el cuerpo me pedía historias más vitales, más conectadas con una realidad inmediata que si no supera la ficción, por lo menos imita alguna que otra serie de TV bastante bien. Y no, no me he comprado una linterna y me he arrejuntado con un pelirrojo escéptico de insospechado atractivo que ande socavando los cimientos de mi infinita credulidad, mientras decide si esperar siete años para besarme. Me gustaría, pero seguramente los hados me dirían que no son el Banco de España.
Después de un par de años de ni mirarla, volvimos a la Etxe, a esa primera novela cuyo título parafrasea este post y que encargué al Círculo de Masones Bibliófilos un poco a lo tonto, por contar una historia de hermanas: ningún otro libro de los suyos ha conseguido hacerme tanta gracia como para comprármelo. Si poseo éste es porque considero que es el más auténtico que tiene, si bien sé que no es ninguna maravilla.
Hay algunas cosillas que no me gustan en él, pero son las menos: el capítulo del autobús llenito de estereotipos machistas sigue pareciéndome muy exagerado; y me parece estúpido el hecho de que las protagonistas se crean que pueden hablar a gritos de sus aventuras sexuales de esa forma tan vulgar sin que pase nada. Eso se habla en un café por lo bajini, entre risitas tontas. :P
A veces resulta muy evidente cómo ha escrito tal o cual capítulo, y te asalta ese típico pensamiento de "Pues yo también podría hacerme unos esquemas y escribir una novelita como ésta", cosa que no ocurre con Nabokov o con Almudena Grandes, que pilla más cerca sin tener que salvar tanto las distancias. En alguna ocasión pretende ser poética y resulta hilarante, cómo cuando describe el orgasmo de la hermana más descocada, Cristina, en su primer encuentro con ese ser mítico llamado Iain, que de tan idealizado va más allá de la versión moderna del noble escocés enigmático, atormentado e increíblemente sensual, para convertirse en Inmortal y del clan McCloud...este personaje en plan Él vino en un barco/ de nombre extranjero se repite en otros libros suyos, así que intuyo que estará basado en guiris reales.
Sin embargo, hay otras cosas que me gustan, como la historia del padre que huyó, la historia personal de Rosa -mi hermana favorita- o algunas comparaciones bastante logradas como las que hace Ana, la hermana maruja empastillada, cuando cuenta lo que pasó cuando habló con una Cristina ensangrentada por los cortes que se había infligido ella misma en el baño: siempre me ha gustado ese detalle de referirse a Blancanieves y comparar el brillo de sus ojos con cristal de Bohemia. Eso en cuánto a pequeños detalles.
Luego tenemos mis capítulos preferidos, que incluso apunté en alguno de mis cuadernos cuando lo leí en la biblioteca -no suelo comprar libros a ciegas, si me es posible, procuro leerlos antes-, el vengativo y maravilloso C de Curro, en el que Lucía se despacha a gusto contra las multinacionales y las desastrosas condiciones de trabajo de los que han estudiado una carrera para nada, o los hermosos Q de querer, queja y quiebra, que tanto me conmovió cuando aún tenía fe en el amor y esas tonterías :P y W de Whisky, del que citaré el fragmento que más me gustó:
"(...)Y soñó con un ángel de enormes alas blancas que paseaba lenta, lentamente, arrastrando los pies desnudos sobre la hierba verde y fresca del cementerio, reflejando el mármol frío de las lápidas en sus ojos vencidos."
Años después, supe que este capítulo podía haber sido plagiado en parte de la introducción de no se qué libro sobre Joy Division...no sé qué crédito darle a esa información, pero después del asunto de los poemas -malísimos, por cierto- , no me extrañaría descubrir que se lo ha escrito Ray Loriga.
Y llegamos a la música, que es lo que más me impactó del libro: hace las canciones tan apetecibles que te crees que van a ser míticas, que van a ser tan importantes para ti como para los personajes. En mi caso, sufrí una pequeña decepción al comprobar que tanto The fatal hour , de Henry Purcell como Love will tear us apart , de Joy Division me dejaban fría. Así y todo, creo que la Etxe podría ser una buena periodista musical, sus descripciones y elogios resultan bastante más claros que el cripticismo y el esnobismo de publicaciones como Rock de Lux.
Eso sí, jamás le perdonaré esa crítica a los Beatles tan a la ligera, aunque la haga el personaje de Cristina. Eso de ni Stones ni Beatles, sino Kinks era para hacerse la chulita, que lo reconozca al menos...yo me quedo con esos tres y con los Animals, Them y demás gentuza, no está el panorama para despreciar música de ese calibre. Mira que decir "(...)que al fin y al cabo son unos sosos cuando van de románticos y unos pelmas cuando van de místicos."
Es que no puedo. Cómo se puede ser tan simplista y sentenciar todo un universo creativo de ese modo, un día de estos monto un post sobre los cuatro de Liverpool y contesto como es debido. Cuando pienso que en esa opinión se incluyen maravillas como The White Album...a eso digo NO.
Se supone que ya había llegado a estas mismas conclusiones en otras relecturas: la novedad en esta ocasión ha sido sentirse un poco más cerca de Cristina, quién me lo iba a decir hace cinco años o seis.
Naturalmente, toda esta pseudo-crítica literaria salpicada de desvaríos tiene una relación directa con mi habitual sección de Holiday Romance: debo comunicar a mis lectores que ha habido cambios drásticos, en un sentido más bien positivo.
Para nuestra gran sorpresa, el sábado pasado aparecieron ellos. Mi problema fue que no sólo apareció él, sino que justo detrás, tras haberlo saludado y haberme hecho alguna que otra vaga ilusioncilla de a ver si hay suerte, apareció la rubia del otro día, que tras mirarme con cara de asco, procedió a darle un morreo que decía ES MIO , a los cuatro vientos. Pese a las ganas locas que tenía de ponerme a decir "Yo, la fracasada, la morena!!" cual versión femenina del entrañable Pacey de Dawson Crece y teniendo en cuenta lo vieja que estoy para tirarme de los pelos con niñatas, me resigné a lo que nos había deparado el destino y me dispuse a esperar dos meses o eso, a ver si caía algo. Pedí otro martini y me olvidé de lo que sucedía a mis espaldas, no me fuera a convertir en sal.
Y entonces la noche viró hacia el milagro: resulta que el amigo de mi amiga se había traído un amigo nuevo, un joven que oponía al pasotismo y la belleza lánguida y desgarbada del otro una piel de color caramelo, unos cabellos medio rubios, una oscura mirada sensual, una mayor masa muscular :P, y todo un despliegue de atenciones para con una servidora de lo más retador, por no hablar de lo mucho que acabó espesándose la química...no sé si volveré a verle, pero valió la pena. Me va a costar mucho aceptar que mañana no aparecerá y pasado tampoco.
Mientras no aparezca otra rubia...si es que siempre tengo que acabar descubriendo que hay una mejor amiga, una hermana del amigo de toda la vida, una antigua compañera de instituto etc. que ocupa ese lugar legítimo que algunas ya no esperamos hallar jamás.
Ya me entra el ramalazo Bécquer, así nunca voy a ser una femme fatale como es debido. :P
*Este post se lo dedico a la compañía de taxis de Cinexilio ;)
-Pero si parece que tenéis quince años
-¿Y de qué otra manera quieres que sea?
Conversación con mi hermana sobre el tema de los rollos en la verypost-adolescencia en una madrugada de estas.
En realidad debería estar en una fiesta multitudinaria en la playa...aún persiste en mí la fantasía de haberme comprado un pareo nuevo esta mañana, rojo como el bikini apenas estrenado, e ir andando lánguidamente con una botella de martini en la mano por la arena, entre hogueras y cuerpos mucho más morenos que el mío.
Si ello no es así, es porque me han sacado una muela, y entre el Clamoxyl, el Droal y el Inquilino Comunista me han hecho pasar un día y medio de perros, teniendo su punto álgido ayer por la tarde: por entender mal al dentista, me tomé un antibiótico y un antiinflamatorio y luego no comí casi nada, un par de yogures de fresa que acabarían en el suelo de la terraza de los apartamentos.
A pesar del mareo y el lamentable espectáculo, al final me sentí mucho mejor y no me tuvieron que mandar a casa, aunque estuviese toda la tarde con sudores fríos. Hoy me he sentido bastante bien, aunque he continuado sintiendo cierto malestar: mañana espero poder salir, aunque sólo podré tomar esta tónica sueca que me gusta tanto, Nordic Mist , o zumos diversos. Además me volveré a disfrazar de sábado noche, esta vez de china del alma, china de amol, cómo canta Miliki, si no me equivoco.
A pesar de este ligero deterioro de mi salud, se han sucedido una serie de hechos afortunados estos días:
Los clientes protagonistas del quejipost Villa Pinillos is full of cokroaches vinieron a pedirme perdón, para mi gran sorpresa y se han convertido en un prodigio de amabilidad: una vez más, cortesía del director y sus charlas mágicas. Ya pueden ser macarras, que salen del despacho convencidos de que ellos tienen la culpa de todo y más, me pregunto qué les dirá y cómo.
La directora de otros apartamentos propiedad de la hotelera, situados en otra zona de mi misma ciudad, vino al restaurante de al lado a cenar con su marido y me propuso que un día pidiese para ir a trabajar a la recepción de allí, para que viese como es. Me dijo que se trabaja solo, pero que hay mucho más trabajo, tendría que aprender a pasar reservas y a facturar. Como contrapartida, los clientes son mucho más educados que los que tenemos aquí y en el hotel.
Así que sólo me queda hablar con el jefe de recepción del hotel y con las recepcionistas que trabajan conmigo. He de decir que a pesar de lo oficioso del asunto, esto me ha alegrado y sorprendido a partes iguales, parece ser que se cuenta conmigo para el año que viene ya en estas fechas y sin haber acabado la temporada. Si dejara de sentir absurdos recelos sin fundamento y no tuviera el cuento de la lechera tan incrustado en el subconsciente, estaría más tranquila...
Sobre el seguimiento de mi jovencito alocado particular, no sé si el otro día cometí una imprudencia o me gané cien puntos al esperarle disimuladamente, terraza arriba, terraza abajo -hace calor, no lo pueden negar :P- con todo el trabajo de recepción hecho desde las diez y media, al notar que su coche volvía a estar aparcado delante de los apartamentos. El otro día lo tenía fácil, estaba ocupada haciendo la cuenta y por eso pudo no venir a saludarme, pero esta vez decidí que le daría la oportunidad de charlar un rato, a ver si pasaba del "Hola". Con lo pasota que es, no me creo que esté avergonzado.
Me vió ya de lejos, torció la cabeza con un gesto de sorpresa, no sé si fingido, y se aproximó con aparente prudencia: tuvimos una conversación en la que yo aproveché para preguntarle qué había sido de su amigo el otro día -o sea, el jovencito correspondiente a mi amiga, al otro lado del teléfono una hora después :P- y que acabó con él diciendo "De todas maneras siempre nos encontramos"...tsk, tsk. Ya. Él se encuentra con otras, concretamente, y a mí que me den dos duros.
El sábado nos veremos las caras, forastero. :P
Me parece que está sucediendo justo lo que no debería suceder, cuánto más intentamos olvidarlos y seguir por otro lado, más nos parece que se nos ponen delante y luego pasan de nosotras. Supongo que este estado de cosas durará hasta octubre, y luego nos pasaremos el invierno viendo las mismas caras de treintañeros amargaos de siempre, pero al menos tiene su gracia.
En el aspecto cultural, volví a estremecerme releyendo Fahrenheit 451 y comprobando su vigencia; también leí un tebeo tan simpático como sorprendentemente sexy en algunos de sus detalles: bueno, a lo mejor era una novela gráfica. Se titulaba "Gemma Bovery" y era de Posy Simmonds, una autora de tiras cómicas inglesa; era una versión de Madame Bovary a lo Bridget Jones. Me hizo bastante gracia, sobre todo el final, y la manera de dibujar de esta señora me resultó muy agradable y bonita.
De la interesante reflexión de DonDepre, sita en un no menos incitante post, en esta misma casa:
Como ocurrió en el caso Xiscalli, explicar los sentimientos más profundos, aquellos que probablemente ni explicarías a la mayoría de gente que ves día a día, puede llevarte a situaciones comprometidas y que la gente se lleve una impresión equivocada de uno mismo. No porque lo que digas sea mentira, al contrario, porque para explicar a alguien algo personal es imprescindible tener cierta empatía y poder explicárselo de forma que esa persona concreta sepa claramente como se siente uno. Y esto es imposible de realizar de forma pública.
Un blog "confidencial", es decir, donde además de escribir anécdotas u opiniones, también se publiquen cuestiones más personales, o sentimientos, no tiene porqué ser algo malo. Creo, no obstante, que es "peligroso", si uno se lo toma por costumbre o si no es capaz de explicar lo que siente sin que existan posibles malinterpretaciones. Yo, al menos, no me "atrevería".
Cuando a una la ponen de (mal) ejemplo...resulta que ya soy todo un expediente. Y yo con estos pelos. :P
Gracietas de saldo aparte, reconozco que fue una temeridad pensar que podría escribir un diario personal público sin que pasara nada, y más en el lamentable estado de confusión extrema en el que me hallaba: en realidad, sigue siendo algo personal, pero he procurado no pasarme con eso y hacer un esfuerzo por ser positiva y añadirle humor al asunto. La pena es que todos los chistes son de mi parte Mulder, qué se le va a hacer si he salido a Fox y dedico mi tiempo libre a creerme todo lo que escribe Graham Hancock a pies juntillas.
Entiendo que me equivoqué, y luego me volví a equivocar en mi post de Beatas Hazañeras Inc. , cuya intención primera era la de defenderme de lo que yo creía un ataque gravísimo a mi persona, para variar. Probablemente es sólo que me acelero enseguida y que tengo demasiado miedo a las críticas, aunque resulte duro de admitir; la verdad es que ahora mismo he vuelto a leer ese comentario y no sé, es algo así como lo peor que me hayan dicho nunca, ni el Borjamari ese que califica blogs a lo crítico de cine amargado estilo Méndez-Leyte podría superarlo. Me sigue resultando difícil leerlo, la verdad. A veces hasta pienso que podría disuadir a muchos de leer este blog y hacer comentarios, que pensarán que soy una chica horrible, pero no puedo borrarlo, no sería honesto por mi parte.
Sobre lo que no estaba de acuerdo, habría querido decir que no me considero conscientemente manipuladora y que no era mi intención esconderme. Siempre supe que me encontrarían; no creo que en el inet se pueda hacer nada a espaldas de nadie, se acaban enterando por tierra, mar o aire. Es así.
En cuánto a lo de hacer un blog trágico y mi peligrosa tendencia al "No me quieren, me han echado..." , no estoy muy segura de como proceder, sigo dejándome llevar por mi estado de ánimo, aunque si me siento hamletiana y calavera en mano decido dejarlo para otro día, el 31 de febrero, concretamente. O ponerle algo de ironía o sarcasmo o lo que me salga. Arreglá pero informal. :P
En mis paseos por otros weblogs, he encontrado muchos más blogs emocionales y emotivos de lo que yo esperaba; de hecho, la mayoría de los que he leído lo eran; hay uno que me ha impresionado especialmente y lo voy a enlazar esta noche. Siempre lo leo, aunque su autora no lo sabe, algún día me animaré a decirle algo. De hecho, haré lo mismo con todo lo que leo, excepto con uno, porque no sé si le parecería bien, no por nada más. Me ha alegrado encontrar numerosos ejemplos de otros melancólicos a los que no les importan las críticas, por jodidas que sean. Pienso que debo tomar ejemplo.
Es que si uno no es la alegría de la huerta, tampoco me parece bien fingirlo sólo por la audiencia. Si no les gusta el blog dramático que no lo lean, escribe y deja escribir, la diversidad es buena. Lo que pasa es que cuando una es una triste, que diría mi añorado Juanjo de la Iglesia, pues es siempre más ingrato que ser un prodigio de ingenio que siempre hace reír a todos y tiene las simpatías casi garantizadas. A lo mejor estoy idealizando en exceso la mítica figura del graciosillo especializado, pero es que una de las grandes ilusiones de mi vida ha sido ser una cínica como el Forense Rosenfeld de Twin Peaks, que siempre las cogía al vuelo y dejaba de piedra al personal con sus contestaciones.
De momento me percibo como un cruce entre Ally McBeal y el Doctor Fleischmann, siempre resistiéndose a formar parte de Cicely. A veces querría ser de ficción y que me escribieran la vida, pero quizá fuese muy aburrido. Depende de lo que tomara el guionista :P
Para bien y para mal, me gusta escribir sobre emociones y sentimientos, aunque también me gusta opinar, si no, no tendría un blog. Es muy cierto que en demasiadas ocasiones uno no puede hablar de estos temas en su entorno habitual, puede ser uno de los motivos por los que hay quién se expone hablando de cosas demasiado personales, que en efecto, pueden llevarte a situaciones comprometidas, aunque a la vez pueden descubrirte algunas cosas que ignorabas, cómo por ejemplo, que alguien que creías que te apreciaba mucho te estaba engañando de mala manera. Y no se trata de ninguno de mis críticos más virulentos, eso lo aclaro para evitar malentendidos. Ya se enterará a su debido tiempo.
Cómo conclusión, diría que todo el mundo debería poder escribir lo que le viniera en gana, y que siempre se puede contestar a las críticas y aclarar esas malinterpretaciones que acaban produciéndose de una manera u otra, sólo hay que darse tiempo; si has cometido un error, tampoco te vas a morir por reconocerlo. Nadie es perfecto, ni siquiera el que está convencido de ello :P
Probablemente esto sea una ensaimada mental rellena de contradicciones internas, pero se ha intentado. Alea jacta est.*
*Sí, lo recuerdo de los tebeos de Astérix. Soy una impresentable.
"Este sitio es demasiado banal para mí, pero no hay otra cosa."
Un estudiante de filosofía amigo de mi hermano, gritando sobre la canción mora rara de Ricky Martin.
Lo mejor de toda esta sórdida labor de espionaje y seguimiento de las muy previsibles actividades de los pájaros de cuenta estos que se supone que no nos interesaban, es que Sabina sustituye a Bisbal en el coche, porque a su él le gusta. Siempre suenan las mismas tres, "Calle Melancolía", "Quién me ha robado el mes de abril" -mi favorita- y la arriba citada , "Princesa", que es la que mejor ilustra esta familiar desolación ligera tras una de esas incursiones sabatinas fallidas, a pesar de la falda de satén blanca y el top verde que destaca tus ojos. Y el nuevo corte de pelo...imperdonable, realmente.
La verdad es que por mi parte, debo reconocer que no quiero nada serio, aunque no creo que pudiera decirle que no si se presentara un día que no tuviera plan, cosa altamente improbable, ya que el éxito de este tipo es tan incomprensible como arrollador y preciso. Teniendo esto más o menos claro, es curioso que me haya resultado algo duro pasarme parte de la noche semioculta observando como convencía a otra con su descaro, que para mí que no tiene más secreto...más que nada, ha sido duro por la envidia cochina más que por celos tontos sin fundamento y sin derecho a ser. Exijo que nos apunte a su mismo cursillo de Malas Artes Varias. Ahora. :P
Ayer hasta tuvimos que ver a uno de esos famosos por nada, en concreto el Ostarcevic ese que ganó la Isla de los Famosos, vestido de chuloplayas recibiendo un premio en la elección de la Chica Intérviu. Todo para entretenernos, por la falta de expectativas...vamos, que los pájaros estaban en otro lado, en unas fiestas de un pueblo que consisten en una especie de botellón gigante. No fuimos y creo que debimos ir, lo que hubiésemos reído.
No dejo de imaginarme que el infierno es una discoteca dónde ponen treinta veces "Papi Chulo", mientras la peña grita !!Misericordia¡¡ !!Piedad¡¡ !!Rolling Stones¡¡...mi hermana tiene razón. Tendría que haber bares dónde pusieran a Frank Sinatra y pudieras tener una mirada arrobada a lo personaje de Manga, con lagrimilla y todo, mientras suena "Strangers in the night".
Esto me pasa por pensar en el pub. A quién se le ocurre.
*Post-conclusión: En uno de mis fugaces paseos trasladando papelitos de un hotel a otro, se me ha ocurrido que tampoco pasa nada. Es sólo que me cuesta no implicarme emocionalmente. Somos libres, es el verano del amor...When the moon is in the seventh house/ and Jupiter aligns with Mars...:P